De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía,porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?– 1 Corintios 3:1-4

Pablo habló de dos tipos de creyentes. Uno es el creyente “espiritual” (pneumatikos, 1 Corintios 2:15; 3:1). Véase también “vosotros que sois espirituales” en Gálatas 6:1. Él llama carnal al otro tipo de creyente  (sarkikos, 1 Corintios 3:1, 3, 4). 

John MacArthur y los defensores de la salvación por Señorío sostienen que no existe tal cosa como un cristiano carnal. En su libro superventas The Gospel According to Jesus, MacArthur habló de “los así llamados cristianos carnales” (p. 108).

Gotquestions.org, en un artículo (ver aquí) titulado “¿Qué es un cristiano carnal?”, escribió:

La clave para entender es que, mientras que un cristiano puede ser carnal por algún tiempo, un verdadero cristiano no permanecerá siéndolo de por vida…

… Sin embargo, para el genuino creyente en Cristo, estos brotes de carnalidad serán la excepción, y no la regla.

En un artículo del 22 de abril de 2004 titulado “The Carnal Christian” en Ligonier.org (ver aquí), un autor anónimo escribe:

…Según 1 Corintios 3:1-4, a veces la carne parece ganar más batallas que el Espíritu, especialmente cuando somos infantes espirituales. Esto no significa que no seamos salvos; la presencia de un deseo de obedecer y de algunas buenas obras lo demuestra. Significa que, a medida que crecemos hacia la madurez, la victoria sobre el pecado que Cristo ha ganado por nosotros se manifestará cada vez más en nuestra vida mediante más y más victorias del Espíritu sobre nuestra carne.

Hay muchos problemas con declaraciones como estas.

En primer lugar, Pablo dice claramente: “De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo”. Si Pablo dijo que los creyentes de Corinto eran carnales, lo eran. Pablo está estableciendo una clase de creyentes distinta de la de los creyentes espirituales.

En segundo lugar, no existe en las Escrituras ninguna garantía de que “estos brotes de carnalidad serán la excepción, y no la regla”.

En tercer lugar, tampoco hay garantía bíblica de que “la victoria sobre el pecado… se manifestará cada vez más en nuestra vida mediante más y más victorias del Espíritu sobre nuestra carne”.

En cuarto lugar, todos los creyentes de mentalidad carnal son carnales, estén o no en comunión con Dios o se hallen en la provincia apartada. MacArthur acierta al decir que los creyentes de Corinto no estaban en rebelión contra Dios, sino que seguían siendo bebés espirituales cuatro o cinco años después de haber creído. Obsérvese la palabra aún en el versículo 3; es la primera palabra en la frase griega. Pero MacArthur yerra al sugerir que esto describe a todos los creyentes carnales. Algunos están en la provincia apartada espiritual (Lucas 15:11-32).

En quinto lugar, la interpretación de la salvación por Señorío de 1 Corintios 3:1-4 hace imposible la seguridad de la vida eterna antes de la muerte. Nadie puede estar seguro de que perseverará ni de que su vida irá cada vez mejor con el paso del tiempo. Si alguien sufre una caída moral o doctrinal, tendría que considerar la posibilidad de no haber nacido de nuevo.

Los creyentes carnales “andan como hombres” (1 Corintios 3:3). En muchos aspectos, su comportamiento es indistinguible del de los incrédulos.

El problema del creyente carnal que está en comunión con Dios es que su mente no ha sido renovada lo suficiente para que su conducta sea transformada en la medida necesaria. Véanse Romanos 12:2 y 2 Corintios 3:18.

Recuerdo haber hablado con Zane Hodges sobre este tema. Él pensaba que un creyente podría permanecer como un creyente carnal o infantil durante toda su vida cristiana y, aun así, no estar en rebeldía contra Dios. ¿Acaso no conocemos a personas que, durante décadas, se reúnen regularmente con otros creyentes en la iglesia, confiesan sus pecados, dan de su dinero y procuran agradar a Dios, pero siguen siendo inmaduras espiritualmente?

Pablo no especifica cuánto tiempo se necesita en llegar a ser un creyente espiritual. Es evidente que es menos de los cinco años que los corintios llevaban siendo creyentes. Muchos teólogos sugieren que se necesita uno o dos años para pasar de ser un cristiano infantil a uno espiritual. Pero 1 Corintios 3:1-4 y Hebreos 5:12-15 muestran que tal progreso no es automático. Algunos creyentes pueden permanecer en pañales espirituales toda su vida cristiana.

Si eres un creyente espiritual, guarda tu mente para permanecer así. El cristianismo es una batalla por la mente. Si permitimos que nuestro pensamiento se conforme al del mundo, nos volveremos de mente carnal y carnales también en nuestra conducta.

Mantén la gracia en el punto de mira para que puedas seguir siendo un creyente espiritual.

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Bob Wilkin es el Director Ejecutivo de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica de la Gracia). Vive en Highland Village, TX, con su esposa de 43 años, Sharon. Sus libros más recientes son Faith Alone in One Hundred Verses [Sola Fe en Cien Versículos] y Turn and Live: The Power of Repentance [Tornar y Vivir: El Poder del Arrepentimiento]