El 17 de marzo de 1942, el General Douglas MacArthur abandonó Filipinas porque las islas estaban a punto de ser invadidas por fuerzas enemigas. Pero hizo una famosa promesa: “Volveré”.
Dos años y medio después, el 20 de octubre de 1944, el General MacArthur pronunció su famoso discurso “He vuelto” en la isla de Leyte, en Filipinas. Es una de las frases más memorables de la Segunda Guerra Mundial.
Durante esos treinta y un meses, el pueblo de Filipinas aguardó su pronto regreso. Soportaron muchas dificultades porque sabían que MacArthur cumpliría su promesa, regresaría y los liberaría.
Bill Fiess llama al mandato de Jesús de velar por Su pronto regreso (Mateo 24:42-44) el mandamiento olvidado. Tiene razón.
La mayoría de los evangélicos no creen en el Arrebatamiento ni en el pronto regreso de Cristo. Muchos incluso se burlan de la idea de que Jesús vendrá a rescatarnos. No creen que debamos velar por Su pronto regreso. Ven esto como una excusa para evitar responsabilidades. Piensan que debemos enfocarnos en hacer que la voluntad de Dios se cumpla cada vez más en la tierra con el paso del tiempo.
El Señor Jesús dijo: “Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” (Mateo 24:42-44).
Fíjate en la repetición del verbo venir, que en griego es parousia.
Observa, además, que Él nos llama dos veces a velar hasta que regrese.
El Señor estaba hablando del Arrebatamiento, que podría haber ocurrido en cualquier siglo, para cualquier generación, y puede suceder en cualquier momento hoy en día.
El Señor no solo nos mandó velar, sino que también explicó por qué esto es crucial para nuestra santificación. Inmediatamente después de llamarnos a velar, dio tres parábolas: el siervo justo e injusto (Mateo 24:45-51), las diez vírgenes (Mateo 25:1-13) y los talentos (Mateo 25:14-30). Todas estas parábolas hablan de reinar con Cristo y otras recompensas eternas.
Estar velando por Su pronto regreso es vital para la santificación porque la rendición de cuentas es esencial para una vida santa.
Los apóstoles también dijeron que velar por el pronto regreso de Cristo es vital para la santificación. Pablo usa la misma palabra, velar, en 1 Tesalonicenses 5:6, 10, sobre el pronto regreso de Cristo. En 2 Timoteo 4:8 relaciona el estar velando con las recompensas eternas: “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida”. Solo aquellos que velan por Su venida amarán Su aparición.
Pedro usó la misma palabra, velar, sobre el regreso de Cristo en 1 Pedro 4:7: “Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración” Nuestras oraciones deben reflejar este sentido de vigilancia.
En 2 Pedro 3:10-12, Pedro habla del Día del Señor que vendrá como ladrón en la noche, la misma imagen que el Señor usó en Mateo 24.
El versículo temático de la primera epístola de Juan, 1 Juan 2:28, enfatiza la necesidad de velar por el pronto regreso de Cristo: “Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados”.
Estar velando por el pronto regreso de Cristo es clave para la santificación.
Llegué a la fe en Cristo para obtener una salvación irrevocable durante el Movimiento de Jesús1. La creencia en el Arrebatamiento y el pronto regreso de Cristo fue una parte clave de dicho movimiento. Un dicho común en aquel entonces era: “Todo esto va a arder”. Sabíamos que los tesoros en la tierra son pasajeros.
La canción Come Jesus Come de Stephen McWhirter transmite la importancia de estar atentos a Su pronto regreso:
Ven Jesús ven
Come Jesus come
Hemos estado esperando tanto tiempo
We’ve been waiting so long
Por el día que regreses para sanar cada herida
For the day You return to heal every hurt
Y corregir cada error
And right every wrong
Te necesitamos ahora mismo
We need You right now
Ven y dale la vuelta a esto
Come and turn this around
En el fondo sé que este mundo no es mi hogar
Deep down I know this world isn’t home
Ven Jesús ven
Come Jesus come
Ven Jesús ven
Come Jesus come
Puedes escuchar la hermosa versión de CeCe Winans de esta canción aquí.
El Señor Jesús nos dijo en qué tenemos que centrarnos hasta que Él regrese: “Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”.
Mantén la gracia en el punto de mira.
N. del T.: El “Movimiento de Jesús” (o “Jesus Movement” en inglés) fue un movimiento cristiano que surgió en los Estados Unidos durante las décadas de 1960 y 1970, como parte de la contracultura de la época. Este movimiento se caracterizó por un renacimiento del cristianismo entre los jóvenes, muchos de los cuales provenían de la cultura hippie y buscaban una experiencia espiritual auténtica. En este contexto, la creencia en el Arrebatamiento y el pronto regreso de Cristo fue un tema central, junto con un énfasis en una vida cristiana sencilla y comunitaria.
___
Bob Wilkin es el Director Ejecutivo de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica de la Gracia). Vive en Highland Village, TX, con su esposa de 43 años, Sharon. Su libro más reciente es Turn and Live: The Power of Repentance [Tornar y Vivir: El Poder del Arrepentimiento]