¿Recuerdas cuándo te diste cuenta de que Santa Claus ya no venía? ¿Alguna vez has pensado que Santa Claus podría ser una figura de Cristo? Creo que la canción de Santa Claus expresa buena teología si sustituyes el nombre del Señor por el de Santa: Más vale estar alerta, porque el Señor Jesucristo viene a la ciudad. Él viene, y sus recompensas vienen con Él.
Pero ¿seremos tú y yo hallados fieles?
Ese es el punto de Pablo en 1 Tesalonicenses 5:1-11: ¡Estad atentos: Él viene pronto!
El Arrebatamiento (1 Tesalonicenses 4:13-18) es una gran promesa. Pero si una persona no está segura de su destino eterno, creer en el Arrebatamiento no le da ningún consuelo.
1 Tesalonicenses 5:1-11 llama a los creyentes a vivir de manera apropiada, teniendo en cuenta el pronto regreso de Jesús. Al igual que 1 Tesalonicenses 4:13-18, va dirigido a quienes saben que están eternamente seguros.
Pablo dijo que el Señor Jesús viene “como ladrón en la noche” (1 Tesalonicenses 5:2). Fue el propio Señor quien enseñó eso primero (Mateo 24:40-44). Véase también 2 Pedro 3:10.
Pablo dijo que “vendrá sobre ellos [los incrédulos] destrucción, como los dolores a la mujer encinta” (1 Tesalonicenses 5:3). Esa destrucción repentina serán los siete años de la Tribulación. El nacimiento del reino del Señor tendrá lugar después de siete años de dolores de parto.
Pablo contrasta a los incrédulos —”[ellos] no escaparán” (1 Tesalonicenses 5:3)— con los creyentes, quienes escaparán de la Tribulación (1 Tesalonicenses 5:9-10).
Los cristianos no deberían ser sorprendidos por el Día del Señor (1 Tesalonicenses 5:4). Aquí Pablo lanza una advertencia. Los creyentes pueden ser sorprendidos.
El creyente que es sorprendido aparece descrito en muchas parábolas de Jesús: entre ellas, los cuatro terrenos (Lucas 8:11-15), las minas (Lucas 19:11-26), los talentos (Mateo 25:14-30) y el siervo fiel y malo (Mateo 24:45-51).
Para mantenernos vigilantes, necesitamos estar en una familia espiritual bien preparada para el pronto regreso del Señor.
La palabra griega dormir, katheudō, que aparece en 1 Tesalonicenses 5:6, 7 y 10, no es la misma que se usa en 1 Tesalonicenses 4:13–15. Koimaō se refiere a la muerte de los creyentes. Katheudō, “dormir”, en 1 Tesalonicenses 5:6–10, alude a la letargia moral.
Los creyentes no están automáticamente preparados para su regreso.
Para estar preparados, debemos velar.
El creyente que no está atento será sorprendido por el Día del Señor, así como un ladrón en la noche sorprende a la persona desprevenida que duerme y no está velando.
El ladrón se lleva algo que es valioso para el que duerme.
El creyente que esté moralmente dormido cuando Cristo regrese perderá cosas valiosas.
Grēgoreō, el verbo griego para “velar”, se usa repetidamente en contextos relacionados con el regreso inminente de Cristo. Aparece en Mateo 24:42-43 y 25:13 —versículos del Discurso del Monte de los Olivos que subrayan la necesidad de velar ante Su pronto regreso—.
También se usa en 1 Tesalonicenses 5:6b, 10.
Los creyentes que están moralmente dormidos (que no velan) no están listos para el Arrebatamiento. No son cristianos “Gregorio” (juego de palabras con el verbo griego “grēgoreō”, ‘velar’).
Serán arrebatados. Vivirán para siempre con el Señor (v. 10). Pero no estarán listos para encontrarse con el Señor Jesús en el Bema, que sigue al Arrebatamiento.
La trilogía fe, esperanza y amor aparece en el versículo 8.
La fe y el amor, juntos, forman la coraza. Compárese con versículos como Santiago 2:15-16 y 1 Juan 3:17: “Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?”.
La esperanza de la salvación es la certeza de que pronto seremos librados del presente siglo malo y escaparemos de la venidera Tribulación mediante el Arrebatamiento.
La salvación a la que se alude aquí no es liberación de la condenación eterna, sino liberación de la Tribulación por medio del Arrebatamiento.
Pablo no explica en 1 Tesalonicenses 5:1-11 qué recibe el creyente vigilante ni qué pierde el creyente dormido. Pero sí lo explica en otros capítulos de este libro y en otras de sus cartas. Y otros autores del Nuevo Testamento también lo hacen. Compárese Mateo 24:45-51; Lucas 19:16-26; 1 Corintios 9:24-27; 2 Corintios 5:9-10; 1 Tesalonicenses 3:13; 5:23; 2 Timoteo 2:12; 4:6-8; Apocalipsis 2:26; 3:21.
Jesús murió por nosotros “para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él” (5:10). Este era uno de los versículos favoritos de Zane Hodges.
Santiago dijo: “He aquí, el juez está delante de la puerta” (Santiago 5:9). Juan dijo: “Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados” (1 Juan 2:28).
Aunque todos los creyentes serán arrebatados —incluso los que no velan— deberíamos estar sumamente motivados a mantenernos alerta porque anhelamos su aprobación (1 Corintios 9:27), su elogio (Lucas 19:17) y una mayor capacidad para servirle.
La aplicación para el incrédulo es sencilla: cree en Cristo para vida eterna (Juan 11:25-27).
La aplicación para el creyente también es sencilla: sé un cristiano “vigilante”. Mantente velando y alerta. Recibe instrucción semanal para estar listo para su pronto regreso (Hebreos 10:23-25).
No velar conduce a la vergüenza en el Bema (1 Juan 2:28) y a perder el privilegio de reinar con Cristo en la vida venidera (2 Timoteo 2:12).
Aunque todos los creyentes serán arrebatados, eso no significa que todos estarán listos para el Arrebatamiento. Las palabras de Larry Norman, “Quisiera que todos hubiéramos estado listos”, también se aplican a los creyentes. Velemos cada día. Si lo hacemos, no nos tomará por sorpresa el pronto regreso del Señor.
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Bob Wilkin es el Director Ejecutivo de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica de la Gracia). Vive en Highland Village, TX, con su esposa de 43 años, Sharon. Sus libros más recientes son Faith Alone in One Hundred Verses [Sola Fe en Cien Versículos] y Turn and Live: The Power of Repentance [Tornar y Vivir: El Poder del Arrepentimiento]


