Chris hace una gran pregunta:
Si creo que Jesús tiene el poder de darme la vida eterna, ¿es lo mismo que creer que Él es el Dador de la vida eterna (porque creo que Él tiene el poder de darme vida eterna)? Las Escrituras dicen que todos los que creen que Jesús es el Dador de la vida eterna tienen vida eterna, ¿verdad? Así que me preguntaba si tengo vida eterna porque creo que Jesús tiene el poder de darme vida eterna.
He oído muchas variantes de esta pregunta. Se reduce a si necesitamos creer que Jesús puede darnos vida eterna porque creemos en Él o si Él nos ha dado vida eterna porque creemos en Él. En el primer caso, no sabemos adónde iremos cuando muramos, pero sabemos que Jesús puede salvarnos si lo desea. Simplemente, no sabemos si Él nos salvará. En el segundo caso, estamos seguros de que estaremos con Él para siempre porque Él puede salvar a todos los que creen en Él y garantiza que lo hará. Su garantía es mejor que la garantía de depósitos bancarios del gobierno de los Estados Unidos.
Chris carece de la seguridad de su destino eterno: “Así que me preguntaba si tengo vida eterna…”.
Alude a Juan 4:10 cuando habla de que Jesús es “el Dador de la vida eterna”. Chris necesita entender que Juan 4:10 tiene dos elementos que debemos creer, no únicamente uno. No solo debemos creer que Jesús es el Dador; también debemos creer que Él da el Don de Dios, que es la vida eterna, a todos los que beben el agua viva. Es decir, a todos los que creen en Él para recibir ese Don (Juan 4:14).
La mujer del pozo pensó que Jesús le estaba ofreciendo un tipo especial de agua que ocasionaría que nunca más tendría que sacar o beber agua física (Juan 4:15). Ella comprendió el aspecto permanente del agua viva. Pero aún no comprendía que Él estaba hablando de Su propia vida (Juan 11:25 14:6), que otorga al creyente. Esa vida, una vez recibida, nunca puede perderse. Para tener el Don de Dios —vida eterna que nunca se puede perder— ella tenía que creer que está garantizada para el creyente.
Insto a Chris, y a todos los que carecen de seguridad, a que le pidan a Dios que los guíe a la verdad. No lo pidas solo una vez. Pídelo repetidamente (véase Lucas 18:1-8; véase también Mateo 7:7-11). Y mientras lo haces, lee el Evangelio de Juan, el único libro evangelístico de la Biblia (Juan 20:30-31). Está diseñado para conducir a las personas a la seguridad de sus destinos eternos (por ejemplo, Juan 3:16; 5:24; 6:35, 37, 39-40, 47; 11:25-27).
Creer que Jesús tiene el poder, la autoridad y la capacidad de dar vida eterna es estupendo. Pero eso no es lo mismo que creer en Él para el don de Dios. También debes creer que Él garantiza la vida eterna a todos los que creen en Él para ese don.
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Bob Wilkin es el Director Ejecutivo de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica de la Gracia). Vive en Highland Village, TX, con su esposa de 43 años, Sharon. Su libro más reciente es Turn and Live: The Power of Repentance [Tornar y Vivir: El Poder del Arrepentimiento]