No lo dejes en manos de Dios (Lucas 6:47-48)
Cada primavera, tengo las mejores intenciones de cultivar un jardín abundante. Pero cada año en el otoño, todo lo que tengo es una maraña de maleza y apenas un puñado de tomates tipo “cherry.” ¿Puedes adivinar por qué? Recientemente escuché dos ilustraciones populares que comparan la vida cristiana con la agricultura y la jardinería y