¿Santos espurios o secretos? (Juan 2:23-25)

“Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos., y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre.” Estos tres versículos