Pecando, pero en comunión con el Señor
Durante mi tiempo como capellán en el Ejército, asistí a un seminario fuertemente calvinista. Todos mis profesores insistían en que, si una persona era realmente cristiana, no podría pecar de forma continua. Un ejemplo común de esta visión era que un cristiano “verdadero” no podía ser un homosexual practicante. Cuando tenía la oportunidad, señalaba que