En el ámbito militar, teníamos diferentes uniformes para distintas ocasiones. Para los eventos más formales, usábamos el “dress blues”, el uniforme de gala, que sería el equivalente militar de un esmoquin. Otros uniformes, como los que usábamos a diario para trabajar, no eran apropiados para esos eventos.
Si vestías tu uniforme de gala, significaba que asistías a una cena donde habría un invitado de honor. Podía ser el comandante de la unidad o incluso su superior. Dependiendo de la situación, podrías incluso sentarte a la mesa con este VIP (persona muy importante). En mi carrera, vestí el “dress blues” en eventos donde había congresistas, senadores o generales presentes.
Los civiles pueden entender de lo que hablo. La mayoría ha asistido a una cena especial donde había una persona importante. Te vistes con tu mejor ropa cuando asistes a eventos de este tipo.
En Romanos 13:12, Pablo dice que un evento muy importante ocurrirá pronto. Un VIP estará presente. Será el Invitado de honor. No hay nadie tan importante como esta Persona.
Pablo nos dice que debemos prepararnos para este evento. No usa el término “dress blues”, pero sí dice que debemos quitarnos ciertas ropas y ponernos otras. Algunos “uniformes” no serían apropiados. Solo cierta indumentaria lo sería.
Así lo expresa Pablo: “…desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz”. El verbo desechar se usa para describir el acto de desvestirse. El verbo vestir se usa para describir el acto de ponerse ropa. Pablo está diciendo que, al anticipar este evento especial, debemos quitarnos ciertas ropas y ponernos nuestro mejor uniforme.
¿Cuál es ese día? ¿Quién es el Invitado? ¿Y cuáles son las ropas?
Pablo usa el día para referirse al día de la salvación (13:11). Es el día en que Cristo vendrá. En ese día, nuestros cuerpos de carne dejarán de existir. Ya no podremos pecar ni experimentar la ira que el pecado trae a nuestras vidas.
El Invitado de honor será el Señor mismo. Él establecerá Su reino y se sentará en Su trono glorioso. En el Nuevo Testamento, la venida de Su reino a menudo se compara con un maravilloso banquete (por ejemplo, Mateo 8:11; Hebreos 1:9).
¿Qué ropas debemos ponernos en anticipación a ese día? Creo que Pablo describe ese uniforme de varias maneras en este pasaje. En el versículo 8, les dice a los lectores que se amen unos a otros. Una vida así cumple con lo que Dios desea de Sus hijos (v. 10).
Unos versículos más adelante, les dice que “se vistan” (como si fueran ropas) del Señor Jesucristo (v. 14). La imagen es fácil de entender. Los creyentes deben pedir que el Señor viva a través de ellos para que pueda realizar Su obra en ellos. Tal vida se caracterizará, sobre todo, por el amor que los creyentes deben tener entre sí. Tiene sentido: Él nos ama.
Cuando amamos a los demás, es como si estuviéramos “vistiéndonos” de Cristo. Es como ponernos un conjunto de “dress blues”. Ningún otro estilo de vida, o “ropa”, le agradará cuando aparezca. No será apropiado presentarse ante Él de otra manera.
Nuestro uniforme diario en el ejército era algo que llamábamos BDU (uniforme de batalla). Era ropa de camuflaje. Nunca la planchábamos. A menudo estaba manchada con tierra o incluso comida. Si había un evento social importante, nunca asistíamos con nuestros BDU.
Estamos esperando estar en la presencia del Rey. Deseemos pues estar vestidos apropiadamente cuando Él venga. Si nos amamos unos a otros, lo estaremos.
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Ken Yates (Maestría en Teología, Doctorado, Seminario Teológico de Dallas) es editor de Journal of the Grace Evangelical Society. Es orador internacional y de la costa este estadounidense de GES. Su libro más reciente es Hebrews: Partners With Christ [Hebreos: Copartícipes de Cristo].