A menudo escuchaba al Dr. R. (Dr. Earl Radmacher) decir: “Esta vida es tiempo de entrenar para el tiempo de reinar”. Una vez que creemos en Jesús para vida eterna, estamos eternamente seguros. La cuestión entonces se convierte en cuán plenas serán nuestras vidas ahora y para siempre. ¿Reinaremos con Él en la vida venidera? Dios utiliza todos los eventos de nuestras vidas, tanto los buenos momentos como las adversidades, para entrenarnos.
José, el hijo de Jacob, es un ejemplo del Antiguo Testamento de lo que hablaba el Dr. R. Tenía diecisiete años cuando sus hermanos lo traicionaron y lo vendieron como esclavo (Génesis 37:2). Pasó alrededor de un año como esclavo en la casa de Potifar y aproximadamente doce años como prisionero en un calabozo por un crimen que no cometió. Tenía treinta años cuando finalmente fue liberado de la prisión (Génesis 41:46).
A través de dos sueños, Dios le había prometido a José que gobernaría. Esa promesa se cumplió. José alcanzó un gran poder, convirtiéndose en primer ministro de la nación más poderosa de la tierra.
La experiencia de José es muy similar a la relación entre nosotros y el Arrebatamiento. Sabía que sería liberado de la prisión en algún momento. Pero, ¿cuándo? Nunca pensó que tendría que pasar más de una década en un calabozo. Y cuando, después de diez años, interpretó correctamente el sueño del jefe de los coperos del faraón, pensó que su liberación ocurriría esa misma semana. Terminó esperando dos años más.
Sabía que gobernaría en esta vida. Simplemente no sabía cuándo comenzaría a hacerlo.
Curiosamente, los Once apóstoles y Matías sabían que gobernarían en el reino de Jesús (Mateo 19:28). Son los únicos creyentes de la era de la iglesia que estaban seguros de que perseverarían hasta el final de sus vidas. Solo aquellos que pelean la buena batalla, terminan la carrera y guardan la fe gobernarán. Incluso solo a dos días de ser martirizado, ni siquiera el apóstol Pablo sabía de que lo haría (compara 1 Corintios 9:27 con 2 Timoteo 4:6-8).
El Señor enseñó muchas parábolas sobre la necesidad de perseverar para que podamos gobernar con Él, incluidas la parábola del siervo justo e injusto (Mateo 24:45-51), la parábola de las diez vírgenes (Mateo 25:1-13), la parábola de las minas (Lucas 19:11-26), la parábola del sembrador (Lucas 8:4-15) y la parábola de la fiesta de bodas (Mateo 22:1-14). Los siete mensajes a a las siete iglesias en Apocalipsis 2-3 hacen un llamamiento a la perseverancia para que los lectores creyentes gobiernen con Él (por ejemplo, Apocalipsis 3:21)i.
Vivimos en un mundo pecaminoso y caído. No es una coincidencia que uno de los grandes pasajes sobre el Tribunal de Cristo, 2 Corintios 5:9-11, se encuentre en un contexto que aborda el gemir que experimentamos en estos cuerpos mortales (2 Corintios 5:2, 4) mientras esperamos nuestros cuerpos glorificados (2 Corintios 5:1-8).
Debemos mantener nuestros ojos enfocados en lo que Dios nos ha prometido si perseveramos en la fe. “Si perseveramos, también reinaremos con él” (2 Timoteo 2:12, RVA-2015).
Espero que anheles escucharle decir: “Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades” (Lucas 19:17). Recibir Su aprobación en el Bema (Tribunal de Cristo) sería una recompensa maravillosa. Pero eso también se combina con tesoros, autoridad para gobernar y varias otras recompensas de perseverancia que recibirán los gobernantes (por ejemplo, el derecho a comer del árbol de la vida, el maná escondido, vestiduras blancas especiales y una hermosa piedrecita blanca grabada con un nombre especial).
Mantén la gracia en el punto de mira.
i Zane Hodges sugiere que Apocalipsis 3:21, “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono” no está dirigido solo a los laodicenses (Apocalipsis 3:14-20) sino que es una declaración a modo de síntesis para todas las siete iglesias. Por supuesto, declaraciones similares se encuentran en los seis mensajes previos (Apocalipsis 2:7, 10, 17, 26; 3:5, 11-12).
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Кен Йейтс — доктор богословских наук и редактор журнала Евангелического Общества Благодати, выступает с лекциями на восточном побережье США и преподает в библейских колледжах по всему миру. Автор книги Hebrews: Partners With Christ [Послание к Евреям: в партнерстве со Христом].