Si somos fieles a las Escrituras, reconoceremos que las palabras salvo y salvación son flexibles. Pueden referirse a diferentes tipos de salvación. GES tiene muchos artículos que muestran cómo se usa la palabra de varias maneras en el Nuevo Testamento.
A veces, esto representa un problema. Muchos evangélicos asumen casi automáticamente que cuando la Biblia usa la palabra salvo o salvación, debe referirse a la salvación del infierno eterno. Si señalas que estas palabras a menudo significan otra cosa en el Nuevo Testamento, la gente pensará que eres un hereje.
No debería ser así. Incluso en inglés usamos estas palabras en distintos contextos. Una de mis películas favoritas, Sueño de fuga (The Shawshank Redemption), lo ilustra poderosamente. Uno de los personajes es un corrupto y cruel alcaide llamado Horton. Incluso asesina a un hombre que amenaza sus finanzas. Horton también es un diácono que se creía justo en una iglesia local.
Andy es un preso y Horton lo usa para obtener beneficios financieros ilegales. Cuando se conocen, Horton le da a Andy una Biblia. Lo anima a leerla porque “la salvación está en ella”.
Horton no lo sabe, pero Andy consigue una herramienta parecida a un pequeño pico. A lo largo de veinte años, Andy la usa para cavar un túnel que le permitirá escapar de la prisión. Andy queda libre.
Durante esos veinte años, Andy esconde el pequeño pico dentro de su Biblia. Después de la fuga, Horton abre la Biblia de Andy y ve la silueta de la herramienta recortada entre sus páginas. Andy le ha dejado una nota: “Tenías razón, alcaide, la salvación está dentro”.
Tanto Horton como Andy usaron la palabra salvación. Pero querían decir cosas muy diferentes. Horton quería decir que Andy podía experimentar la salvación del infierno si leía la Biblia. Andy quería decir que el pico escondido en la Biblia durante veinte años lo llevaría a su salvación de la prisión. ¡La Biblia de Andy contenía dos tipos de salvación diferentes!
El Nuevo Testamento usa las palabras salvo y salvación de manera similar. En Hechos 16:30, un carcelero le pregunta a Pablo: “¿Qué debo hacer para ser salvo?”. Cuando Pablo le dice que crea en el Señor Jesucristo, quiere decir que al creer en Cristo, el hombre recibirá la salvación del lago de fuego.
Pero en Romanos 5:10, Pablo usa la palabra de otra manera. El creyente ha sido declarado justo por causa de la muerte de Cristo. Ahora, el creyente puede ser salvo por la vida de Cristo. Pablo continúa explicando que esta salvación es una salvación del poder del pecado. El creyente ya no tiene por qué estar prisionero del poder del pecado, porque el poder de Cristo resucitado vive dentro de él (Romanos 6:22). Ya que Cristo vive, el creyente puede ser libre.
Así, Pablo usa la palabra salvo de diferentes maneras. Con un incrédulo como el carcelero de Filipos, la usa como Horton en la película. Cuando Pablo habla a personas que ya han sido salvas del lago de fuego, la usa como Andy. El creyente ha experimentado la salvación del lago de fuego y vivirá para siempre en el reino de Cristo. En esta vida, por el poder del Señor resucitado que mora en él, puede experimentar la salvación del pecado. Este último tipo de salvación es muy prominente en el Nuevo Testamento.
Cuando Andy es liberado de la prisión en Sueño de fuga, se queda de pie con los brazos extendidos hacia el cielo. La lluvia cae sobre él, pero su rostro está lleno de gozo. No había sentido la lluvia de esa manera en veinte años. Está disfrutando su “salvación”.
Como creyentes, ya tenemos la salvación del infierno. Que también busquemos el gozo de la salvación que viene de andar en el poder del Espíritu.
___
Ken Yates (Maestría en Teología, Doctorado, Seminario Teológico de Dallas) es editor de Journal of the Grace Evangelical Society. Es orador internacional y de la costa este estadounidense de GES. Su libro más reciente es Hebrews: Partners With Christ [Hebreos: Copartícipes de Cristo].


