Como muchas personas que leen este blog, he pasado gran parte de mi vida asistiendo a iglesias evangélicas. La mayoría de las personas en estas iglesias ven la Biblia como un libro que nos dice cómo llegar al cielo. Esto es desafortunado, porque la mayor parte del Nuevo Testamento fue escrito para creyentes que ya tienen vida eterna. Solo el Evangelio de Juan fue escrito para los no creyentes. Los otros libros enfatizan la importancia de vivir piadosamente.
La mayoría de los evangélicos están fuertemente influenciados por su visión errónea de las Escrituras, lo que afecta cómo interpretan muchos pasajes y a menudo resulta en una mala comprensión la intención de un autor del Nuevo Testamento. Un ejemplo de esto se encuentra en Tito 1:1-2.
Pablo dejó a Tito en la isla de Creta para que nombrara líderes en las iglesias. Este liderazgo sería un factor importante para que los creyentes de Creta vivieran piadosamente. Pablo se refiere a sí mismo como esclavo de Dios y apóstol de Jesucristo, “conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad, en la esperanza de la vida eterna…” (énfasis añadido).
¿Cómo supones que la mayoría de las personas de las iglesias evangélicas entienden las palabras que he puesto en cursiva? ¿Cómo interpretan la fe, los escogidos, la verdad y la vida eterna en estos versículos? Creo que la gran mayoría diría que Pablo está hablando de la fe que salva a una persona del infierno y que los escogidos son las personas que Dios ha elegido para ir al cielo. La verdad sería que los creyentes se salvan. La vida eterna, se suele sostener, apoyaría esta forma de ver estos versículos. Todos los que entren en el reino tendrán vida eterna. En otras palabras, Pablo simplemente está diciendo que los cristianos se salvan del infierno.
Las tradiciones evangélicas son tan fuertes que la mayoría ni siquiera considera la posibilidad de que estas palabras se refieran a otra cosa. Mi suposición es que incluso algunas personas de la Gracia Gratuita sostienen la misma visión de Tito 1:1-2 que la mayoría de los evangélicos. Dios simplemente está recordando a Tito el maravilloso don de la vida eterna que tenemos solo por la fe en Cristo.
No obstante, quisiera animarnos a reexaminar esas tradiciones. Si consideramos el propósito del Libro de Tito, nos cuestionaremos si Pablo simplemente le está diciendo a Tito que los creyentes estarán en el reino de Dios. Incluso en el versículo 1, Pablo habla de la piedad, que naturalmente se refiere a la vida cristiana. Además, Pablo no menciona simplemente la vida eterna. Dice: “en la esperanza de la vida eterna”. Los creyentes ya tienen vida eterna, así que Pablo debe estar hablando de algo más, algo que estamos buscando.
Hay una forma de entender las palabras de estos versículos que se ajusta mucho mejor al contexto. Pablo está hablando de la fe implicada en la vida cristiana, como cuando, en Gálatas, dice que los creyentes deben vivir en la fe (Gal 2:20). Esta fe se basa en la verdad que enseñaron el Señor y los apóstoles, una fe que, según Judas, debemos defender (Judas 3). Llamaríamos a esto la verdad enseñada en las Escrituras. Si los creyentes viven de esta manera, tendrán una experiencia más profunda ahora de la vida eterna que ya tienen en el mundo venidero. Esta es la esperanza a la que conduce la piedad. Hace que el creyente espere con ansias el regreso del Señor y Su reino. Solo entonces entraremos en la plena comprensión de lo que significa la vida eterna.
Los escogidos en Tito 1:1 no se refieren a las personas que Dios ha elegido, incluso antes de que nacieran, para ir al cielo. Se refiere a la Iglesia. En esta introducción a Tito, Pablo está diciendo que la Iglesia debe vivir de acuerdo con las verdades enseñadas por el Señor y transmitidas a los apóstoles. Esto es lo que Tito quiere que suceda en Creta. Por eso Pablo lo dejó allí.
Es sorprendente el tipo de gafas interpretativas que lleva la gente cuando lee la Biblia. A menudo no son conscientes de que las llevan puestas. Nosotros mismos podemos llevarlas. Puede que tus tradiciones teológicas te hagan leer Tito 1:1-2 de una forma que Pablo no pretendía. Puedes decidir si mis sugerencias en este blog son una forma mucho mejor de entender estos versículos. Si es así, nos proporcionan una lección importante. Dejemos que las Escrituras hablen por sí mismas, siendo conscientes de que podemos llegar a ellas con presupuestos culturales y teológicos que nos impidan ver lo que el Señor quiere que veamos.
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Ken Yates (Maestría en Teología, Doctorado, Seminario Teológico de Dallas) es editor de Journal of the Grace Evangelical Society. Es orador internacional y de la costa este estadounidense de GES. Su libro más reciente es Hebrews: Partners With Christ [Hebreos: Copartícipes de Cristo].