“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas” (Mateo 6:14-15).
Un grupo de estudiosos bíblicos y pastores ha lanzado recientemente un documental gratuito llamado “Once Saved, Always Saved [Una vez Salvo, Siempre Salvo]”, con las palabras Siempre Salvo tachadas. Puedes verlo aquí. Ellos afirman que la Biblia enseña que se pierde la salvación cada vez que un creyente está fuera de comunión con Dios.
El Dr. David Berçot es autor e historiador de la iglesia. En el video, cita Mateo 6:14-15, del Sermón del Monte, para demostrar que la vida eterna se puede perder. Aquí hay una transcripción de lo que dijo:
[Jesús dijo] ‘Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas’ (Mateo 6:14-15).
Ahora, si “una vez salvo, siempre salvo” es verdad, entonces esa declaración es falsa, pues significaría que seremos admitidos en el cielo incluso si no hemos perdonado a otros sus ofensas” (51:50 a 52:16).
Observa lo que no vemos en Mateo 6:14-15. No vemos las palabras vida eterna, salvación o justificación.
Lo que sí vemos allí es la promesa de que, si no perdonamos a otros, Dios no nos perdonará.
Lo que Jesús dice lleva implícito que, si perdonamos a los demás, Dios nos perdonará a nosotros.
El Dr. Berçot y los otros estudiosos que participaron en este documental piensan que estar fuera de comunión con Dios significa que perdiste tu salvación.
¿Crees que si estás fuera de comunión con Dios, entonces ya no tienes vida eterna?
¿Pierden los creyentes su salvación cuando están fuera de comunión con Dios?
Las palabras perdonar y perdón ocurren setenta veces en el Nuevo Testamento. Son palabras de comunión. No son equivalentes a justificación o vida eterna.
Compara Mateo 6:14-15 con 1 Juan 1:7, 9:
Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. (1 Juan 1:7, énfasis añadido).
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (1 Juan 1:9, énfasis añadido).
Observa que hay dos condiciones para el perdón de nuestros pecados y nuestra limpieza: 1) Debemos andar en la luz. 2) Debemos confesar nuestros pecados.
Mateo 6:14-15 no es una tercera condición para el perdón de los pecados. Es parte de andar en la luz. Mientras andamos en la luz, perdonamos a quienes nos ofenden, y Dios nos perdona. Solo dejaremos de perdonar a quienes pecan contra nosotros si estamos caminando en la oscuridad.
Andar en la luz y confesar nuestros pecados no es lo mismo que creer en Jesús, que es la única condición para la vida eterna (por ejemplo, Juan 3:16).
Nunca escuchamos al Señor decir: “Quien ande en la luz como yo estoy en la luz tiene vida eterna y nunca se perderá”. Tampoco proclamó: “Quien confiese sus pecados tiene vida eterna y nunca será echado fuera”. Ni prometió: “Quien perdone a otros tiene vida eterna y nunca morirá espiritualmente”.
Es un trágico error equiparar estar en comunión con Dios con nacer de nuevo y estar fuera de comunión con Dios con no tener vida eterna.
Imagina los resultados si esto fuera cierto en una familia terrenal.
Los cónyuges se divorciarían cada vez que tuvieran una discusión que no se resolviera rápidamente.
Los adolescentes ya no formarían parte de la familia cada vez que rompieran la comunión con sus padres.
Mateo 6:14-15 no es un versículo evangelístico. Es un versículo de comunión. Si quieres versículos evangelísticos, ve al Evangelio de Juan.
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Bob Wilkin es el Director Ejecutivo de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica de la Gracia). Vive en Highland Village, TX, con su esposa de 43 años, Sharon. Su libro más reciente es Turn and Live: The Power of Repentance [Tornar y Vivir: El Poder del Arrepentimiento]