La Universidad Johns Hopkins, la Universidad de Ottawa y la Universidad Metodista del Sur tienen como lema la traducción latina de “La verdad os hará libres”: Veritas Liberabit Vos.
Este es uno de los dichos de Jesús más conocidos, pero también más malinterpretados.
En Juan 8:30, el Apóstol Juan nos dice, “Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.”
Las palabras “muchos creyeron en él” son las mismas que encontramos en Juan 3:16. Dado que todo el que cree en Él tiene vida eterna, sabemos que las personas a las que Jesús se dirige en el v. 31 son creyentes.
Sin embargo, muchos comentaristas dicen que ni el versículo 30 ni el versículo 31 se refiere a “verdaderos” creyentes.11 ¿Por qué? Tienen cuatro razones:
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Lo que Jesús continuó diciendo acerca de permanecer,
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Lo que dijo acerca de ser sus discípulos,
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Lo que dijo acerca de liberarse, y
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El diálogo agrio que siguió en el resto del capítulo.
Pero eso implica una mala interpretación de estos cuatro puntos.
Permanecer. Permanecer es quedarse con o habitar con. Se encuentra en Juan 15 y en la primera epístola de Juan. Los creyentes son mandados a que se queden en la Palabra de Dios. A los creyentes se les manda permanecer en la Palabra de Cristo y permanecer en comunión con Él. Pero eso no es garantizado y tampoco es una condición de la vida eterna. Es una condición del discipulado.
Sabemos por 1 Juan 1:7-9 que permanecer en sus palabras significa no sólo caminar a la luz de sus palabras, sino también confesar nuestros pecados cuando nos damos cuenta de ellos (1 Juan 1:9). Si estamos caminando en la luz, no negamos nuestro pecado. Lo admitimos, y eso forma parte del proceso de transformación que ocurre cuando permanecemos en Cristo.
Ser discípulos de Jesús. Un discípulo no es lo mismo que un creyente, como estos versículos muestran claramente. Un discípulo es un aprendiz. Si eres un creyente que está bajo la instrucción cristiana, entonces eres un discípulo de Jesús. Sin embargo, si dejaras de seguir a Cristo y de aprender más acerca de Él, seguirías siendo un creyente, pero ya no serías un discípulo, un aprendiz. Para ser un discípulo de Jesús, uno debe permanecer en sus enseñanzas.
Liberarse. La cuestión aquí no es liberarse de la condenación eterna. La cuestión es liberarse de la esclavitud del pecado, como muestran los vv 33-36.
Los no creyentes están esclavizados al pecado, y si no creen en Jesús antes de morir, entonces van a la tumba aún esclavizados. Véase Juan 8:21, 24. Compárese Ro 6:18.
Cuando una persona llega a la fe en Cristo, ya no es un esclavo del pecado en su posición. Tiene un nuevo amo. Pero para conocer esa libertad en su experiencia, el creyente debe permanecer en Cristo y en sus enseñanzas. Compárese Ro 6:19.
El conflicto en los versículos 33-59. Los que discuten con Jesús en los versículos 33 y siguientes no eran los creyentes a los que acaba de dirigirse. En los versículos 45-46, el Señor dijo específicamente que estas personas no creían en Él. Y, sin embargo, las personas a las que se dirigió en el versículos 31-32 eran creyentes.
En mis exámenes escritos para conseguir mi doctorado en DTS [Seminario Teológico de Dallas], me preguntaron cómo podría explicar que los vv 30 y 31 indican que Jesús les estaba hablando a los creyentes y, sin embargo, los vv 33-59 y especialmente los vv 45-46 indican directamente que les estaba hablando a los no creyentes. ¿Cómo puede reconciliarse esta aparente discrepancia?
La respuesta es sencilla. Había una gran multitud de no creyentes, y algunos de ellos llegaron a la fe. Se dirigió a los nuevos creyentes en los vv 31 y 32, y se dirigió a los no creyentes en los vv 33-59.
En su comentario sobre Juan, Richard Lenski, un erudito luterano que murió en el año 1936, escribió:
Jesús tiene una palabra para [los nuevos creyentes] en particular. Tan pronto como la pronuncia, la multitud de judíos hostiles plantea más objeciones. Actúan tal como lo hacían desde el principio: pescogen algún punto al cual objetar (compárese v. 22 y 25; también v. 13 y 19). Juan no necesita decir en el versículo 33 quiénes son estos objetores, porque los hemos escuchado desde el principio…el conflicto se vuelve cada vez más intenso hasta que estos judíos recogen piedras, y Jesús los deja (p. 628).
El punto del Señor es que los creyentes no son automáticamente liberados de la esclavitud del pecado en nuestra experiencia. Debemos permanecer en las enseñanzas de Jesús para experimentar esa libertad.
La Biblia enseña que seguir a Cristo se logra permaneciendo en Sus enseñanzas. Pablo dijo lo mismo en Ro 12:2. Somos transformados por la renovación de nuestra mente. El discipulado es una batalla para nuestra mente. Pablo dijo que el creyente espiritual es el que tiene “la mente de Cristo” (1 Cor 2:16).
Para ser un discípulo de Jesús, debemos permanecer en sus palabras.
El discipulado no es idéntico a la salvación. Eso se puede ver claramente en Juan 8:30-32. También está claro en Romanos 6-8 y en 1 Juan y en el Libro de Gálatas.
Qué verdad tan poderosa expresó el Señor en Juan 8:32. La verdad os hará libres.
El hombre fue creado para ser libre. La libertad verdadera nos permite glorificar a Dios y así disfrutar de la plenitud de la vida. Cuando nacemos de nuevo, somos liberados de la esclavitud del pecado en nuestra posición. Pero para experimentar esa libertad, debemos permanecer en Cristo y en sus enseñanzas.
Si estamos abiertos y honestos ante Cristo y caminamos a la luz de su Palabra, entonces estaremos satisfechos, felices y contentos, aunque no necesariamente sanos y ricos. Si permanecemos en Cristo, estaremos listos para su pronto regreso, como dijo Juan en 1 Juan 2:28: “Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.”
1 Véase, por ejemplo, Ed Blum (John [Juan], BKC, pp. 304-305), Leon Morris (John [Juan], p. 404), Raymond Brown (John [Juan], vol. 1, p. 354), y D. A. Carson (John [Juan], pp. 346-48).
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Bob Wilkin es el Director Ejecutivo de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica de la Gracia). Vive en Highland Village, TX, con su esposa de 43 años, Sharon. Su libro más reciente es Turn and Live: The Power of Repentance [Tornar y Vivir: El Poder del Arrepentimiento]