A veces oímos decir que no debemos preocuparnos por las diferencias teológicas. Esas diferencias no son importantes. Pero nuestra teología influye en la forma en que vemos el mundo y a las personas que lo habitan, incluso cuando no somos conscientes de ello.
Me lo recordaron hace poco mientras leía una revista de los Bautistas del Sur. Un artículo de un líder de esa denominación me llamó la atención porque mencionaba a Pete Rose. Actualmente no soy aficionado al béisbol, pero lo era en mi adolescencia. Mi abuelo era un gran aficionado de los Cincinnati Reds y escuchaba los partidos. Tenía problemas de audición, así que el volumen de la radio era muy alto. Si estabas en casa, no tenías elección. Tenías que escuchar el partido.
Pete Rose era la estrella de los Reds en aquella época. Con el tiempo, se convertiría en uno de los mejores jugadores de béisbol de todos los tiempos. De hecho, tendría más “hits” que cualquier jugador en la historia, rompiendo el récord establecido décadas antes por Ty Cobb. Su admisión en el Salón de la Fama del Béisbol estaba garantizada.
Sin embargo, no fue así. Rompió una de las reglas fundamentales del béisbol. Cuando sus días como jugador terminaron, naturalmente se convirtió en entrenador. Pero como entrenador, hizo apuestas en ciertos partidos. Fue expulsado del béisbol de por vida y no pudo entrar en el Salón de la Fama. Muchos hablaron mal de él, diciendo que era un imbécil. Más tarde fue condenado por fraude fiscal y acabó ingresando en la cárcel.
En el artículo que leí, el autor analiza la vida de Pete Rose. Afirma lo obvio: Rose “tenía algunos defectos graves de carácter”. Pero a continuación saca algunas conclusiones que no son obvias. Está claro que estas conclusiones surgen de la teología del autor. Dice que lleva muchos años orando para que Rose “corra de cabeza en arrepentimiento y fe hacia el Rey de reyes” (The Courier, edición de junio de 2023, p. 3).
Me quedé estupefacto ante semejante afirmación. Está claro que ve a Rose como un no creyente. Estoy acostumbrado a oír el punto de vista de que, para salvarse eternamente, el no creyente debe apartarse de su pecado (arrepentimiento) y ejercer una fe “verdadera”. Pero la teología del escritor lleva esto a su conclusión lógica. Pete Rose no puede ser un creyente porque, en opinión del autor, ningún creyente podría hacer trampas en sus impuestos o hacer algo ilegal en su trabajo, como un entrenador apostando en un partido de béisbol.
Me resulta difícil imaginarme juzgando el destino eterno de las personas —incluso de las personas que no conozco— con semejante criterio. ¿Acaso el autor no ve el pecado en su propia vida? ¿Cómo podría saber si Pete Rose ha creído o no en Cristo para vida eterna? ¡Tengo que admitir que los pecados de Pete Rose me parecen bastante leves!
¿Cómo llegó este escritor bautista del sur, que pertenece a una denominación que supuestamente cree en la seguridad eterna del creyente, a tener tal opinión de alguien a quien solo vio por televisión? No lo dice explícitamente, pero da una clara pista. Enumera varios de sus autores teológicos favoritos. Entre ellos están John MacArthur, R. C. Sproul, John Piper, Albert Mohler, Juan Calvino y Martyn Lloyd-Jones. De hecho, dice que la exégesis de MacArthur de las Escrituras ha influido en su propia exégesis1 más que cualquier otra persona.
Muchos lectores de este blog reconocerán que todos estos hombres sostienen una teología que dice que los verdaderos creyentes deben perseverar en las buenas obras y no pueden pecar de manera demasiado grave. Un tipo como Pete Rose no puede, por lo tanto, ser hijo de Dios.
¿Qué tan horrendo es eso? No sé si Pete Rose es creyente o no. Pero sé que hacer trampa en tus impuestos, romper las reglas de tu empleo, o pasar tiempo en prisión no descalifican a una persona de ser hijo de Dios.
Una advertencia: debemos tener cuidado de a quién escuchamos en busca de comprensión teológica. Afectará a nuestra forma de ver el mundo. Nunca pienses que la teología no es importante. Puede hacer que distorsionemos el evangelio de la gracia. Puede impedirnos ver la profundidad de nuestro propio pecado a la vez que nos permite juzgar a los demás con extrema dureza. Puede incluso hacernos orar durante años por la salvación espiritual de personas que nunca hemos conocido. Nuestra teología puede hacernos tan orgullosos que ni siquiera podemos considerar que tal vez incluso Pete Rose ha sido salvo por la gracia de Dios.
1 N.d.T: Exégesis se refiere al proceso de interpretación de textos bíblicos.
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Ken Yates (Maestría en Teología, Doctorado, Seminario Teológico de Dallas) es editor de Journal of the Grace Evangelical Society. Es orador internacional y de la costa este estadounidense de GES. Su libro más reciente es Hebrews: Partners With Christ [Hebreos: Copartícipes de Cristo].