Bill leyó mi reciente blog sobre el conocimiento medio y el destino de los que nunca oyeron (ver aquí). Luego hizo esta excelente pregunta:

Algunas personas piensan que si una persona toma conciencia de Dios y tiene el deseo de conocerlo, entonces Dios proveerá a esa persona “una clara presentación del evangelio”.

He escuchado a algunos misioneros que han relatado que algunas personas en áreas remotas han dicho que han estado esperando que alguien les hable de Dios.

¿Sabes si la Biblia aborda esta idea?

Cuando estaba en la Campus Crusade for Christ [Cruzada Universitaria por Cristo], nos enseñaron a responder a la pregunta acerca del destino de los que nunca han oído de esta manera: “Lo que Dios haga con ellos será justo. Pero tú has oído. Entonces, necesitas creer en Jesús para ser salvo para siempre”.

Esa respuesta está bien, hasta donde abarca. Pero no explica en qué consiste ese trato justo por parte de Dios, y no recurre a las Escrituras.

Hay textos en la Escritura que muestran que Dios vincula el mensaje de salvación con las personas que están abiertas y buscan. Daré algunos pasajes de ejemplo.

Pablo dijo a los filósofos atenienses que Dios “de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.” (Hechos 17:26-27).

F. F. Bruce comenta sobre Hechos 17:27:

Desde la creación, dice [Pablo] en Rom. 1:20, las cosas que Dios ha hecho han señalado claramente “su poder y divinidad eternos”. Si los seres humanos, engañados y confundidos por falsa adoración, no han percibido la naturaleza de Dios en las obras de la creación, no tienen excusa. La actitud expresada en la epístola a los romanos no difiere tanto de la de los de Areopagítica… Incluso algunos de sus propios maestros se habían dado cuenta… aunque vagamente, de lo cerca que estaba Dios de los que lo buscaban de verdad (Hechos, p. 338).

La declaración de Pablo en Romanos 1:20, citada por Bruce, también muestra que los hombres son capaces de responder a la creación de Dios buscándolo. No hacerlo significa “que no tienen excusa”.

Lucas nos da un ejemplo del tipo de relato que los misioneros han ido escuchando durante los últimos tres siglos. Un hombre anónimo de Macedonia se le apareció a Pablo en una visión “rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos.” (Hechos 16:9). Pablo y su equipo ministerial dieron por cierto que Dios los llamaba para que anunciaran el evangelio a la gente de Macedonia (Hechos 16:10). Dios proporciona a quien busca una presentación clara del evangelio.

El famoso mensaje del Señor Jesús de Pide, Busca y Llama (Mateo 7:7-11) indica que Dios se une a los que piden con Su verdad. Concluyó diciendo: “¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”. (Mateo 7:11). Esas “cosas buenas” incluyen ciertamente el don de la vida eterna (cf. Juan 4:10-14).

A los que preguntan cómo Dios será justo con los que nunca han escuchado, creo que es importante explicarles de qué manera Dios será justo con ellos. Él atrae a todos hacia sí (Juan 1:9; 12:32; 16:7-11). Cualquiera que responda a Él buscándolo recibirá más revelación, incluyendo la promesa de vida eterna a quien crea en Él para ello. Dios es justo en todas sus acciones. Nadie será condenado eternamente si no tuvo la oportunidad de responder a Dios. Los que responden con la búsqueda llegarán a la fe en Cristo para la vida eterna si su búsqueda es sostenida.ⁱ

i Es posible que una persona busque al Señor durante un tiempo, pero cuando llega la revelación, abandona la búsqueda. Hechos 17:11 implica esto. Los de Berea ya estaban buscando. Pero luego buscaron en las Escrituras para confirmar que lo que Pablo decía era cierto. Hechos 10 también lo implica. Cornelio estaba buscando al Señor antes de que Dios enviara a un ángel para enviar a Simón Pedro para que escucharan el mensaje de salvación. Si Cornelio no hubiera seguido buscando, enviando a Simón Pedro, entonces él y su familia no habrían llegado a la fe en ese momento.

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Bob Wilkin es el Director Ejecutivo de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica de la Gracia). Vive en Highland Village, TX, con su esposa de 43 años, Sharon. Su libro más reciente es Turn and Live: The Power of Repentance [Tornar y Vivir: El Poder del Arrepentimiento]