Kathryn Wright y yo realizamos recientemente una serie de episodios del pódcast sobre testimonios. Un oyente, Mark, envió un correo electrónico sobre su propio testimonio. ¿Crees que su testimonio es inusual o común?
Mark escribe:
Escuché el programa sobre los tres pasos de un testimonio. Me pareció interesante. Yo era un caso perdido que crecía con adictos y abusos de muchos tipos. Tuve TEPTi. Serví en el ejército, tuve ataques de pánico, y era un desastre queriendo huir de mi primera esposa e hijastros—así que soy una de esas historias de vidas desordenadas. El versículo de Juan 3:16 de un libro me trajo a la fe salvadora en Cristo y yo estaba tan seguro de que yo era salvo como de creer que el sol iba a salir por la mañana.
ENTONCES, libros puritanos. Enseñanza reformada. Señorío. Empecé a dudar y a desmoronarme. Fui introducido a Gracia Gratuita en internet (GES), fui a conferencias y leí extensamente. Conocí a Zane, René Lopez, John Niemelä, Bob, y otros. Mi seguridad se reavivó.
Mi pregunta es la siguiente: ¿es común mi historia? Yo solía mirar mi vida después de confiar y estaba tan seguro y luego las dudas y luego todo se vino abajo. Divorcio, crisis de salud mental, ideas suicidas. Pero debajo de todo eso había una creencia espantosa de que no estaba seguro y en ese momento sentí que todo el mundo me cuestionaba. Caí duramente y me tomó años y una mente renovada recuperar lo que sabía que tenía en 1981.
Solo por curiosidad me gustaría saber si has oído testimonios similares. Gracias.
Mark no describe lo que creía sobre la salvación antes de comprender y creer Juan 3:16. Kathryn y yo sugerimos que es bueno incluir eso en tu testimonio. Pero asumamos que todo lo que él sabía sobre Jesús era Navidad y Pascua y la típica enseñanza de que si sigues la Regla de Oro, entonces tienes una buena oportunidad de llegar al cielo.
Entonces, en 1981, Mark llegó a la fe en Cristo para la vida eterna. Estaba seguro de su destino eterno.
Poco después de llegar a la fe, sin embargo, perdió su seguridad al leer la enseñanza Puritana/Reformada/Salvación por Señorío. Debido a que la vida eterna no se puede perder, él permaneció salvo, pero perdió su seguridad de salvación.
Algún tiempo después de eso, encontró www.faithalone.org y asistió a conferencias de GES. Recuperó la seguridad de su salvación eterna. Una vez más, es salvo y lo sabe.
Sí, Mark, he escuchado testimonios similares. A menudo.
La teología puritana, que es también la doctrina de la mayoría de los pastores y teólogos reformados y de todos aquellos que defienden la Salvación por Señorío, es, según David Engelsma —él mismo calvinista— “un evangelio de la duda”. Sin embargo, tiene plena confianza en la promesa de vida eterna y está seguro de su salvación.
El testimonio de Marcos es lo que podríamos llamar un testimonio ISIS, donde I significa inseguro y S significa seguro. Pasó de estar inseguro a estar seguro, a estar inseguro otra vez y a estar seguro otra vez. Podríamos añadir algunas letras más y decir que él ilustra el testimonio nIcS-cIcS, donde n significa no creyente y c creyente. Pasó de ser un no creyente inseguro a ser un creyente seguroii, a ser un creyente inseguro para volver a ser un creyente seguro.
Otro patrón de testimonio importante es nICS. Esta es mi historia. En septiembre de 1972, pasé de ser un no creyente inseguro a ser un creyente seguro. Desde entonces, nunca he dudado de mi destino eterno. Creo que la razón es que antes de llegar a la fe, estaba tan adoctrinado por una versión magnificada de la salvación por obras (perfeccionismo sin pecado) que cuando llegué a creer en la promesa de la vida eterna solo por la fe, aparte de las obras, desconfiaba mucho de cualquier teología como la que me había engañado durante tantos años. El pensamiento reformado es muy similar a la enseñanza de la salvación por las obras de mi juventud. En cierto sentido, estaba inmunizado contra ese tipo de pensamiento.
Ambos tipos de testimonio son bastante comunes.
Creo que el testimonio de Mark es una advertencia para todos los creyentes nuevos o aún no formados. Estás seguro de tu destino eterno. Pero tu seguridad podría perderse, especialmente si empiezas a sumergirte en el pensamiento reformado. Ten cuidado con lo que lees, y a qué iglesia y estudios bíblicos asistes. Lo que pones en tu mente importa.
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i (N.del T.) Trastorno de estrés postraumático.
ii Todos los creyentes están seguros de su destino eterno en el momento en que llegan a la fe en Cristo. La razón es simple. Para nacer de nuevo, debemos creer en Jesús, el Dador, para el don de Dios, la vida eterna que no se puede perder (Juan 4:10-14). Si no creemos en el don de Dios, entonces todavía no hemos creído en Jesús para la vida eterna. Sin embargo, la seguridad puede perderse. Muchas personas nacidas de nuevo han perdido su seguridad y viven en la duda e incluso en la desesperación.