Chris, de Virginia Occidental, hace una pregunta importante:
Busqué en Google “¿Qué es la vida eterna en griego?” y me topé con un foro de Quora donde alguien había hecho la misma pregunta.
La primera respuesta… que encontré [era] no solo preocupante, sino confusa. ¿Vida eterna NO significa vida eterna?
Chris proporcionó una larga cita que se puede resumir de la siguiente manera:
- La expresión vida eterna se refiere a 1) una relación con Dios que comienza con el nuevo nacimiento y 2) una calidad (no cantidad) de vida que es permanente.
- La relación permanente requiere apartarnos de nuestros pecados y creer en Jesús.
- La relación es permanente siempre y cuando cumplamos con nuestras obligaciones del pacto de arrepentimiento y fe continuos.
- Si alguien no persevera, entonces ha roto el pacto y su vida permanente desaparece.
Es ciertamente confuso decir que la vida eterna se refiere a una relación permanente con Dios, pero no se refiere a la cantidad de esa vida. ¿Cómo algo puede ser permanente y, al mismo tiempo, no serlo? Por supuesto, esa es la pregunta de Chris.
Nuestros profesores en nuestros estudios de griego en el Seminario Teológico de Dallas nos enseñaron que un poco de conocimiento del griego koiné es peligroso.
Muchos pastores y maestros de la Biblia saben lo suficiente del griego koiné para confundir a la gente. Chris tiene razón en estar confundido y preocupado.
Un principio clave de la hermenéutica, que es la interpretación, es que las palabras o frases se entienden al examinar su contexto. No imponemos una definición única a las palabras o frases. No buscamos definiciones de diccionario de “eterno” (aiōnios) y “vida” (zōē) y luego llegamos a un significado para la frase. Eso es lo que hizo la persona que Chris leyó.
En lugar de eso, buscamos la frase griega real y examinamos cómo se usa.
La vida eterna a menudo se traduce al griego como zōēn aiōnion (por ejemplo, Juan 3:15, 16, 36; 4:14; 5:24, 39; 6:40, 47). En el Evangelio de Juan, a menudo se llama simplemente vida sin el adjetivo que significa eterna (por ejemplo, Juan 3:36; 5:24, 40; 20:31).
He aquí algunas afirmaciones contextuales claras que muestran que zōēn aiōnion efectivamente se refiere a cantidad de vida:
- “mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás” (Juan 4:14). El griego tiene una doble negación enfática (ou mē). La mujer del pozo entendió que Él hablaba de algo que nunca podría perderse cuando respondió: “dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla” (Juan 4:15). Ella pensaba erróneamente en términos físicos. Pero comprendió correctamente que lo que Jesús le ofrecía era permanente una vez recibido.
- “El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24). Aquí el Señor utiliza tres tiempos verbales diferentes (presente, futuro, pasado) para subrayar la irrevocabilidad de la vida que Él da.
- “Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (Juan 6:35). También estas son dobles negaciones enfáticas.
- “Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá [espiritualmente] eternamente” (Juan 11:26). De nuevo, esta es una doble negación.
Así que, si encuentras a un ser humano vivo que cree en Jesús para vida eterna, has encontrado a alguien eternamente seguro. No llega a estar eternamente seguro si persevera en la fe y las buenas obras hasta la muerte. Está eternamente seguro cuando participa del Pan de Vida/Agua de Vida.
Ninguna traducción inglesa importante traduce zōēn aiōnion como life for the ages [vida para las eras]. Siempre se traduce como eternal life [vida eterna] o everlasting life [vida sin fin].
Los comentaristas del Nuevo Testamento sugieren que hay dos aspectos de la vida eterna, la calidad y la cantidad.
Al comentar la vida eterna en Juan 3:16, Morris escribió:
La palabra traducida como “eterna” (siempre en este evangelio usada para referirse a la vida) significa básicamente “perteneciente a una era”. Los judíos dividían el tiempo en la era presente y la era venidera, pero el adjetivo se usaba para referirse a la vida en la era venidera, no a la de la era presente. Por lo tanto, “vida eterna” significa “la vida propia de la era venidera”. Es un concepto escatológico (cf. 6:40, 54). Pero como se pensaba que la era venidera nunca tendría fin, el adjetivo llegó a significar “sin fin”, “eterno”. La noción de tiempo está presente. La vida eterna nunca cesará. Pero también hay algo más, algo más significativo. Lo importante acerca de la vida eterna no es su cantidad, sino su calidad (Juan, p. 201, énfasis añadido).
Del mismo modo, Borchert escribe:
Probablemente, la mejor traducción de zoē aiōnios sea “vida eterna”, enfatizando la cualidad de la vida en contraste con la mera vida física interminable o la vida perpetua. Sin embargo, esta traducción no excluye la idea de vida sin fin, ya que también se dice que aquellos que comen del pan de vida “vivirán para siempre” (Juan 6:58) (Juan 1-11, p. 182).
Jesús dijo que había venido para que tuviéramos vida y para que la tuviéramos en abundancia (Juan 10:10). Hay una posible plenitud de esta vida que es interminable. Los creyentes maduros tienen un caminar con Cristo más abundante que los nuevos creyentes. Pero la vida eterna es eterna para todos los creyentes, maduros e inmaduros.
Uno de mis profesores del seminario, el Dr. Charles Ryrie, tenía razón cuando dijo: “Si la vida eterna puede perderse, tiene el nombre equivocado”.
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Bob Wilkin es el Director Ejecutivo de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica de la Gracia). Vive en Highland Village, TX, con su esposa de 43 años, Sharon. Su libro más reciente es Turn and Live: The Power of Repentance [Tornar y Vivir: El Poder del Arrepentimiento]