Cuando era estudiante en la DTS (Dallas Theological Seminary, Seminario Teológico de Dallas), el Dr. Walvoord, entonces presidente, comentó en la capilla el problema que tenía el seminario con los estudiantes que tenían grandes problemas morales. Un estudiante había sido arrestado esa semana y era ampliamente conocido en el campus. El Dr. Walvoord dijo algo parecido a esto: Hacemos pruebas psicológicas exhaustivas a nuestros aspirantes. Alrededor del 2% de los estudiantes que aceptamos son varones de muy alta aptitud, pero que, sin embargo, muestran una alta posibilidad de que experimenten graves problemas morales. Nosotros, como administración, creemos en dar a la gente una oportunidad de superar sus antecedentes y sus problemas.
De vez en cuando he hablado con creyentes que sufren de depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático, trastorno obsesivo-compulsivo y muchas otras cosas. No soy un terapeuta. Les digo que hagan las cosas obvias como dormir lo suficiente, comer bien, hacer ejercicio, ser parte de una iglesia con enseñanza bíblica sólida donde la gente ora por ti, orar y leer la Biblia de manera personal, etc. Pero también les digo que tienen que darse cuenta de que no son como los demás.
Los dañados emocionalmente —y me considero en esta categoría habiendo crecido en una familia alcohólica, — no comienzan la vida cristiana donde todos los demás lo hacen. Empiezan con un gran déficit. Peor aún, muchas personas que arrastran cicatrices emocionales tienen expectativas excesivas sobre lo que deberían hacer en la vida. Los estándares perfeccionistas les frenan mucho.
Animo a estas personas a que se relajen. Deben darse cuenta de que Dios se complace si logran vivir una vida piadosa a pesar de los problemas que los aquejan. No necesitan ser un cristiano famoso. Solo necesitan complacer a Dios con su vida diaria.
La Salvación por Señorío no es buena para nadie. Pero eso es especialmente cierto para aquellos con serias cicatrices emocionales. He encontrado que los que tienen problemas emocionales aman la Teología de la Gracia Gratuita. En muchos casos se convierten en portavoces de la gracia de Dios. Como un mendigo que encontró la fuente del pan, les encanta decir a los demás que la vida eterna es un don gratuito recibido solo por la fe en Cristo.
Me doy cuenta de que la gente de la Salvación por Señorío nos acusa de que hemos cambiado el mensaje de la salvación para facilitar que la gente mala se salve (o al menos, según la Salvación por Señorío, para que piensen que son salvos). Pero la verdad es que la Salvación por Señorío ha cambiado el mensaje de salvación porque están preocupados por las personas en nuestras iglesias que tienen serios problemas morales. Su solución es elevar el listón, haciendo más difícil nacer de nuevo para que la calidad de la gente en nuestras iglesias suba. Pero el legalismo no produce justicia. Produce murmuración y hostilidad (Gálatas 5:15-26).
La posición de la Gracia Gratuita exalta el mensaje del versículo de Juan 3:16. Si eso es demasiado fácil y demasiado barato para la mayoría de la gente, entonces que así sea. Encontramos que las palabras de nuestro Señor Jesús son maravillosas y salvadoras. Y encontramos en Sus enseñanzas el poder para superar nuestro bagaje emocional.
Si estás dañado emocionalmente, lo siento. Duele. Diariamente. Oro por ti para que superes tu dolor. El Señor Jesús te ama. Él dio su vida por ti. Si crees en Él, entonces sabes que tienes vida eterna que nunca se puede perder. Aunque tengas muchos desafíos en la vida, el Señor Jesús nunca te defraudará. Él nunca te dejará ni te abandonará. Enamórate más y más del Señor Jesús y tus dificultades emocionales serán más manejables.
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Bob Wilkin es el Director Ejecutivo de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica de la Gracia). Vive en Highland Village, TX, con su esposa de 43 años, Sharon. Su libro más reciente es Turn and Live: The Power of Repentance [Tornar y Vivir: El Poder del Arrepentimiento].