¿Alguna vez has ido de camping y te has despertado al oír un animal arrastrándose fuera de tu tienda, rebuscando en tu campamento? Tal vez incluso encendiste tu linterna y pudiste ver la silueta amenazadora deslizándose alrededor de ti. ¿Te asustaste?
Si alguna vez has experimentado eso, estarás muy familiarizado con las imágenes que rodean la primera mención del pecado en la Biblia.
Dios está hablando con Caín después de haber rechazado su ofrenda:
Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él (Génesis 4:7).
El pecado está a la puerta. Otras traducciones son más vívidas: el pecado yace a la puerta (NBLA), te acecha (NVI), está esperando el momento de dominarte (DHH).
En otras palabras, Dios representa el pecado como una especie de animal salvaje que estaba deslizándose alrededor de la tienda de Caín; solo que no estaba buscando comer su comida, sino ¡estaba buscando comerlo a él!
Entonces, ¿qué iba a hacer Caín?
En breve, Dios le mandó que hiciera lo que una vez les mandó a Adán y Eva que hicieran—dominar a ese animal salvaje (cf. Gen 1:26-28).
Lamentablemente, Caín falló en dominar su pecado así como Adán y Eva fallaron en dominar a la serpiente. Sus celos se convirtieron en un asesinato y mató a su hermano Abel.
¿Sabías que Dios te ha dado un mandamiento similar? El pecado desea dominarte a ti también. Pero cuando se trata de obras específicas, en lugar de dominar el pecado, Dios te llama a hacerlas morir:
porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis (Romanos 8:13).
Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría (Col 3:5).
Haciendo morir las obras del cuerpo no es un asunto de vida eterna, sino de vida abundante (cf. Juan 10:10). No afecta tu salvación eterna, pero impactará tu salvación temporal. Si permites que te devore el pecado que yace a tu puerta, puede que termines devorando a las personas a tu alrededor.
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Shawn Lazar es el editor de la revista Gracia en el Enfoque, y es el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia (Grace Evangelical Society). Él y su esposa Abby tienen tres niños. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de la McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la elección divina es al servicio, no a la salvación eterna].