Un fan del blog de GES y del programa diario en la radio escribe:
Muchas gracias por el trabajo que ustedes hacen, por el sitio web, el blog, y el programa de radio. Ha significado mucho para mí.
Espero que puedan ayudar a tranquilizar mi mente, ya que realmente he estado luchando con mi salvación y/o la seguridad de mi salvación. Y sí, ¡soy una de esas personas con el TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) de las cuales usted habla! Me diagnosticaron este trastorno de ansiedad hace más de dos décadas, y es una batalla.
Con respecto a la salvación, me preocupaba de que tal vez no era lo suficiente creer en Jesús para obtener la salvación, sino que uno debería creer mas decirle a Dios que cree para ser salvo (aunque Él ya lo sabría). Usted contestó esto en un artículo del blog y también en un podcast. ¡Gracias! Ya he superado este obstáculo.
No obstante, mi desorden ha causado que mi mente se ha fijado en otra cuestión que me ha perturbado bastante. Es decir, ¿qué quiere decir “creer en Jesús”? ¿Quiere decir creer que 1) Él es el Cristo Y 2) que Él es el Hijo de Dios?
Por supuesto, Juan 20:30 dice, “…para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.” Pero entonces 1 Juan 5:1a dice, “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios.” Y otros versículos como Juan 6:47 no dicen que uno debería creer que Él es el Cristo o el Hijo de Dios; solo dicen que uno debe creer en Jesús.
Así que ¿Cuál es? ¿Simplemente creer en Él? ¿O creer que Él es el Cristo? ¿O creer que Él es el Cristo Y creer que Él es el Hijo de Dios?
También, ¿Es Cristo sinónimo de Salvador? ¿Creer que Jesús es el Cristo es lo mismo que creer que Jesús es el Salvador?
Conozco la conversación entre Jesús y Marta en Juan 11, y he escuchado su ilustración sobre creer que Trump es el Comandante en Jefe y creer que él es el Presidente, pero todavía lucho con las cosas que he mencionado arriba.
¿Tiene uno de ustedes o alguien de GES tiempo para contestar mi email y ayudarme con esto?
Parece que solía estar tan segura de mi salvación/destino eterno, pero ahora realmente lucho.
Esas son excelentes preguntas.
La expresión “el Cristo, el Hijo de Dios” significa una cosa, no dos. No significa que Jesús es el Mesías y que es el segundo miembro de la Trinidad. Significa que es el Mesías. La palabra griega Christos traduce la palabra hebrea que traduce en inglés como Mesías.
Note el coma entre “el Cristo” y “el Hijo de Dios” en Juan 20:31. Las palabras “el Hijo de Dios” son aposicionales de “el Cristo.” Es decir, el Hijo de Dios es otra forma de decir el Mesías.
La expresión el Hijo de Dios se usa en el Evangelio de Juan y en los Evangelios Sinópticos como un título mesiánico. Vea, por ejemplo, Mateo 14:33; 16:16; 26:63; Lucas 22:69-70; Juan 1:49; 3:18, 36; 11:27; 20:31.
La exacta expresión “el Cristo, el Hijo de Dios,” solo ocurre dos veces en el Evangelio de Juan, Juan 11:27 y Juan 20:31. Juan 11:27 explica lo que significa “el Cristo, el Hijo de Dios.”
Jesús acaba de preguntar, “Crees esto?” No había dicho “Soy el Cristo, el Hijo de Dios.” Había dicho, “Yo soy la resurrección y la vida.” Luego continuó diciendo que todo aquel que cree en Él será resucitado de entre los muertos (i.e. ellos obtendrán cuerpos glorificados) y todo aquel que cree en Él jamás morirá espiritualmente (ellos tienen la vida eterna que no se puede perder).
Marta estaba igualando “el Cristo, el Hijo de Dios” con la garantía de Jesús que todo aquel que cree en Él tiene la vida eterna que no se puede perder.
Por lo tanto, es correcto decir que creer que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, iguala creer que Él es mi Salvador, siempre y cuando entienda las palabras “mi Salvador” como Él que me ha salvado de una vez por todas porque he creído en Él para la vida eterna. (Creer que Él es el Salvador del Mundo, Juan 4:42, significa que Él ha hecho salvables a todos por su sangre derramado en la cruz (Juan 1:29). Es fundamental al (pero no lo mismo de) creer que Él me ha salvado; es decir, que Él me ha dado la vida eterna que no se puede perder.)
La razón que la interlocutora parece estar luchando con la seguridad, aunque estaba segura de su salvación antes, es porque el TOC, el Trastorno Obsesivo Compulsivo, puede causar que una persona piense pensamientos irracionales. Si el medicamento para el TOC está fuera de control de alguna forma, el pensamiento también lo estará.
El pensamiento TOC puede afectar no solo la seguridad de la salvación, sino la seguridad de cualquier cosa. ¿Cerré la puerta del garaje? ¿Cerré la puerta principal? ¿Tomé mi medicamento? ¿Ya puse el edulcorante? ¿Tengo mi pasaporte?
Ahora, si usted es como yo, alguien que está cerca del TOC, pero no del todo (no creo), tiene muchas de esas preguntas. Por supuesto, a medida que pasamos los sesenta y cinco, esos tipos de preguntas se hacen más prevalentes de todos modos. Pero he estado luchando con preguntas como esa al menos desde la universidad.
Es posible estar seguro de que usted cerró el garaje y, sin embargo, darse la vuelta solo para estar absolutamente seguro. He hecho eso innumerables veces, y el garaje siempre está cerrado. Es lo mismo con la seguridad de la vida eterna. Una persona que está segura de que tiene la vida eterna por la fe en Cristo puede pensar, “¿Pero estoy seguro realmente?” “¿Qué pasa si no existo?” “¿Qué pasa si lo que creo que es la realidad es solo un mundo de sueños?
Animaría a cualquiera a mirar la promesa de la vida eterna que hace el Señor Jesús cuando él o ella experimente alguna confusión acerca de su destino eterno. El pensamiento va así:
Jesús dijo, “El que cree en mí, tiene vida eterna” (Juan 3:16; 6:47).
Yo creo en Jesús.
Por lo tanto, tengo la vida eterna.
No busque ningún sentimiento de confirmación.
No busque ningunas buenas obras de confirmación.
No busque ningún misterioso señal de confirmación en su Biblia.
Mire a Jesús. ¡Él es confiable! ¿No lo es? Y Él dijo, “Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente” (Juan 11:26a). Creo en Él. Así que sé que nunca moriré espiritualmente. Mi salvación está segura porque Jesús lo garantiza.
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Bob Wilkin es Director Ejecutivo de Grace Evangelical Society (La Sociedad Evangélica de la Gracia). Vive en Highland Village, TX, con su esposa de 43 años, Sharon. Su libro más reciente es Is Calvinism Biblical? Let the Scriptures Decide [¿Es el calvinismo bíblico?: Que las Escrituras decidan.]