Y manifiestas son las obras de la carne, que son… (Gálatas 5:19)
En los versículos de Gálatas 5:19-21, Pablo da una lista de 17 cosas (en la versión King James) de lo que es caminar en la carne. Un rápido vistazo muestra que cuatro de ellas tratan de pecados sexuales. Nueve tienen que ver con la forma en que tratamos a los demás, incluyendo los celos y las reacciones de ira hacia los demás.
Creo que cuando la mayoría de nosotros piensa en caminar en la carne, pensamos en la persona que simplemente se entrega a sus deseos pecaminosos. Si es un creyente, es lo que llamaríamos un descarriado. Básicamente vive su vida sin preocuparse por Dios y probablemente ni siquiera asiste a la iglesia, a estudios bíblicos, etc., o al menos no muy a menudo.
Pero lo interesante del libro de Gálatas es que no describiríamos de esa manera a las personas a las que Pablo se dirige. Son creyentes, pero no son lo que llamaríamos descarriados. De hecho, son lo que llamaríamos gente religiosa. Estaban muy interesados en lo que decía la Biblia. Estaban particularmente interesados en lo que decía la Ley de Moisés. Querían cumplirla.
El problema es que veían que, haciendo todas estas obras religiosas, como la circuncisión, comer la comida correcta, etc., era la manera en que iban a complacer a Dios. Sentían que la aceptación ante Dios se basaba en estas cosas. Al hacer esto, se basaban en su propia fuerza para lograrlo. No estaban descansando en el poder del Espíritu. En otras palabras, estaban viviendo bajo el poder de su propia carne, no el poder del Espíritu. Según el capítulo 5 de Gálatas, esto es lo que significa vivir según la carne.
Es interesante, ¿no? Una persona puede ser muy activa en la iglesia, leer la Biblia, y aparentar ser muy religiosa, pero ser un creyente muy carnal. Eso sucede cuando olvidamos que vivimos por la gracia de Dios y por la fe, y no en el poder de nuestra propia carne.
No es casualidad que cuando miramos las 17 cosas que Pablo enumera en estos versículos, no solo las vemos en los no creyentes del mundo en el que vivimos. Desafortunadamente, también las vemos a menudo en las vidas de los creyentes, incluso en los creyentes que son una parte vital de nuestras iglesias locales. Los pecados sexuales, incluyendo la pornografía, proliferan en nuestras iglesias. Además, la ira y los celos a los que se refiere Pablo son también elementos básicos en muchas iglesias evangélicas.
Por supuesto, algunos dirían que esas personas no son realmente cristianas. Pero Pablo deja muy claro en Gálatas que los creyentes sí pueden andar en el poder de la carne, incluso la gente religiosa. Podemos odiar a los otros creyentes en la iglesia, y hablar mal de ellos, mientras servimos como diáconos y enseñamos en la escuela dominical en esa misma iglesia.
¿No es evidente que cada vez que cualquiera de nosotros se centra en uno mismo y en cómo puede servir a Dios en su poder, estamos caminando según la carne? Cuando lo hacemos, somos capaces de cualquiera de las obras de la carne que Pablo enumera.
Si vamos a caminar en el Espíritu debemos centrarnos en la gracia de Dios, en lo que somos gracias a esa gracia a través de la fe en Cristo, y permitir que Él viva a través de nosotros y nos cambie.
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Ken Yates es pastor de la iglesia Little River Baptist [Iglesia Bautista Rio Pequeño] en Jenkinsville, Carolina del Sur. Él enseña con GES en los institutos bíblicos por todo el mundo.