Pastores y estudiosos de la Biblia produjeron recientemente un documental titulado Once Saved, Always Saved [Una vez salvo, siempre salvo] (ver aquí). Ellos argumentan que una vez salvo no garantiza ser siempre salvo.
Uno de los pasajes que utilizan para probar que la salvación puede perderse es Apocalipsis 3:5: “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”.
Su discusión sobre Apocalipsis 3:5 abarca desde el minuto 34:35 hasta el 35:56 del video. He aquí algunos puntos destacados:
Pastor Zac Poonen: “Tu nombre puede ser borrado del Libro de la Vida”.
Dr. Michael Brown: “¿Por qué dar una promesa de no hacer algo que es imposible de todos modos?”
Dr. Ben Witherington: “Puedes ser borrado del Libro de la Vida Eterna del Cordero”.
Pastor Poonen: “¿Está Jesús mintiendo aquí? ¿Está Él amenazando sin fundamento?”.
Pastor Joe Schimmel: “Este no es el libro de todos los que han vivido”.
Pastor Poonen: “Escuchemos lo que el Señor dice aquí”.
Podemos agrupar su interpretación en torno a seis elementos principales:
- Jesús dijo que tu nombre puede ser borrado del Libro de la Vida.
- Esto debe ser posible ya que de otra manera no habría razón para decir esto.
- Si tu nombre es borrado del Libro de la Vida, has perdido la vida eterna.
- Jesús está amenazando a los creyentes con el infierno si no perseveran.
- El Libro de la Vida es el libro que registra a todos los que tienen vida eterna.
- Si no aplicamos lo que Jesús dice, perderemos nuestra salvación.
Responderé a cada uno de estos seis puntos, y luego daré mi interpretación:
- No. Jesús no dijo que el nombre de nadie pueda ser borrado. Él prometió no borrar los nombres de los vencedores, lo cual puede implicar que el nombre de los no vencedores puede ser borrado. Pero eso no está dicho ni es claro.
- No. Si se trata de una atenuación, llamada lítote1, habría una razón para decirlo. Un artículo en Internet da cincuenta ejemplos de atenuación. Muchos de ellos utilizan ilustraciones imposibles. El número 22 dice: “Podrías intentar cruzar a nado el Océano Pacífico, pero sería un poco cansado y quizá no haya tiempo suficiente para hacerlo esta tarde”. El número 23 dice: “Max miró la montaña que sobresalía en el cielo y dijo: “Sí, probablemente sea demasiado grande para saltarla”. Número 25: “Plutón puede llegar a ser tan frío como -400F en la noche, así que, si vas allí, es posible que quieras llevar una chaqueta”.
- No. Si esto no es una atenuación, entonces no puede referirse a perder la vida eterna porque muchos otros versículos muestran que esto es imposible. Juan 3:16 y muchos otros versículos muestran que la vida eterna no se puede perder.
- No. Jesús no amenaza a los creyentes con la condenación eterna en Apocalipsis 3:5. Todas las siete cartas a las iglesias presentan la perspectiva de gobernar con Cristo y otras recompensas eternas para aquellos que vencen, pero de no gobernar para aquellos que no lo hacen. Perder la oportunidad de gobernar con Cristo no es lo mismo que ser condenado eternamente.
- Sí. El Libro de la Vida contiene los nombres de todos los que tienen vida eterna. También puede indicar los creyentes que son vencedores. Más sobre esto un poco más adelante.
- Sí y no. Debemos aplicar cuidadosamente lo que Jesús dice. Las siete cartas nos llaman a escuchar y aplicar. Pero la cuestión en la aplicación cuidadosa son las bendiciones de Dios, no nuestro destino eterno.
Aquí está mi interpretación: Hay dos frases clave en Apocalipsis 3:5: “No borraré su nombre,” y “confesaré su nombre”.
En un artículo de 1983 de JETS, William Fuller argumentó que la palabra griega onoma, traducida como nombre, se refiere aquí a la reputación. Cita Proverbios 22:1: ” De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama más que la plata y el oro”.
El creyente fiel no verá arruinada su buena reputación; en su lugar, el Señor Jesús confesará su reputación. “Está bien, buen siervo” (Lucas 19:172) es ese tipo de confesión. Buen siervo es la reputación del vencedor. Ese no es su nombre y apellido.
El creyente que no vence no escuchará, “Está bien, buen siervo”. No se confesará su nombre. Pero entrará en el reino porque creyó en Jesús para vida eterna.
Por ejemplo, creer en el nombre de Jesús en el Evangelio de Juan no significa creer en la palabra Jesús. Significa creer en Su carácter fiel y reputación. Creo en el nombre de Jesús cuando creo en Su promesa de vida eterna para el creyente. En el Evangelio de Juan, creer en Él equivale a creer en Su nombre.
Creo que tanto la atenuación (lítote) como la reputación están en el foco de atención en Apocalipsis 3:5. Jesús no borrará la buena reputación del vencedor. En su lugar, confesará ese nombre y exaltará su reputación.
El Bema, el Tribunal de Cristo, es lo que se considera aquí (Comparar con Mateo 10:32-33; 2 Timoteo 4:6-8; 1 Juan 2:28).
¿Recuerdas los viejos listines telefónicos de páginas blancas? Listaban el nombre de todo el mundo junto con su número de teléfono. Pero si pagabas un poco más, tu nombre estaría en negrita. El Libro de la Vida podría ser así. Todos los vencedores tendrán de alguna manera sus nombres resaltados. Y el Señor Jesús reconocerá su buena reputación en el Bema.
Para más detalles, ver mi artículo de 1995, I will not blot out his name [No borraré su nombre].
Mantén la gracia en el punto de mira.
1 N. del T.: La lítote es una figura retórica mediante la cual se afirma algo atenuando o negando lo contrario de lo que se desea afirmar. Por ejemplo: “La película no estuvo nada mal (estuvo muy bien)”.
2 N. del T.: En algunas versiones incluso se expresa de forma más enfática. Por ejemplo: “¡Hiciste bien, siervo bueno!” (NVI).
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Bob Wilkin es el Director Ejecutivo de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica de la Gracia). Vive en Highland Village, TX, con su esposa de 43 años, Sharon. Su libro más reciente es Turn and Live: The Power of Repentance [Tornar y Vivir: El Poder del Arrepentimiento]