Durante mucho tiempo se pensó que cuando el ladrón en la cruz le había dicho a Jesús, “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino” (Lucas 23:42), estaba le había pedido vida eterna. Pero, ¿eso realmente tiene sentido?
La expresión “Acuérdate de mí cuando…” solo se encuentra una vez en el Nuevo Testamento, es decir, son? las palabras del ladrón en la cruz. (1 Cor 11:2 es similar pero no es una solicitud: “Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué.”)
Sin embargo, la misma expresión se encuentra varias veces en el Antiguo Testamento con la misma idea de una solicitud de un futuro recuerdo de alguien por algo que ha hecho en el pasado. Aquí están las ocurrencias:
“‘solo te pido que te acuerdes de mí cuando te vaya bien, y te ruego que me hagas el favor de hacer mención de mí a Faraón…” (Gn 40:14, LBLA).
“Acuérdate de mí para bien, Dios mío, y de todo lo que hice por este pueblo” (Nehemías 5:19; ver también Ne 13:14, 22, 31).
Lo que José le pidió al principal de los coperos y lo que Nehemías le pidió a Dios nos proporciona una mejor idea de lo que estaba pidiendo el ladrón en la cruz.
“Acuérdate de mí” expresa una solicitud de recompensa basada en el trabajo realizado. José interpretó correctamente el sueño del principal de los coperos. Para el buen trabajo que José hizo por él, el principal de los coperos debería de haberlo recordado de inmediato, es decir, debería haberlo recompensado hablando con el faraón acerca de él.
Nehemías dejó su posición exaltada en Babilonia y arriesgó su vida para ir a Jerusalén a construir los muros. Le estaba pidiendo a Dios que se acordara de él por el buen trabajo que había hecho por el pueblo de Israel y que lo recompensara bendiciéndolo en esta vida. Mientras que Nehemías no dice específicamente “Acuérdate de mí cuando,” está claro que, al menos, está pensando en los tiempos venideros cuando los enemigos de Israel buscarán dañarlo o incluso matarlo. Pero también es probable que él de la misma manera tenga en mente el reino venidero. Si bien Nehemías no se menciona en Hebreos 11 como uno que esperaba la recompensa eterna, seguramente podría haberlo sido.
Asimismo, el ladrón en la cruz hizo una buena obra por la que deseaba ser recompensado. Fue el único a confesar a Jesús mientras estaba en la cruz reprendiendo al otro ladrón que se estaba burlando de Jesús (Lucas 23: 40-41). ¡Ni siquiera los discípulos confesaron a Jesús en la cruz!
De hecho, incluso su solicitud era una confesión de Cristo, porque en la solicitud dijo, “acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.” Él estaba confesando que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, el Rey de Israel que pronto regresaría para establecer su reino. En efecto, incluso estaba confesando que Jesús se levantaría de entre los muertos, ya que un hombre muerto no podría regresar para establecer un reino. A la luz de la promesa en Mateo 10:32-33, ser recompensado es apropiado en este caso.
Claramente, el ladrón ya creía en Jesús y sabía que estaría con Él en su reino. Pero, al igual que José y Nehemías, deseaba que Dios lo recompensara a la luz del trabajo hecho.
Apliquemos este principio. Es apropiado que tú y yo oremos y digamos algo similar a lo que hicieron esos tres hombres. “Señor, acuérdate de mí cuando regreses a juzgar la iglesia según todo lo que he hecho en tu nombre.” O, podríamos ser más específicos. Digamos que has aguantado un gran sufrimiento por testificar al Cristo: “Señor, acuérdate de mí cuando regreses a tu reino a la luz del sufrimiento que he experimentado por haberte confesado”
No es carnal pedir, “Acuérdate de mí.” En realidad, es una petición espiritual. Solo al vivir por fe podemos hacer tal petición. Cuando le pedimos que se acuerde de nosotros, estamos orando a la luz de su pronto regreso, ¡lo cual siempre es algo bueno!
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Bob Wilkin es el Director Ejecutivo de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica de la Gracia). Vive en Highland Village, TX, con su esposa de 43 años, Sharon. Su libro más reciente es Turn and Live: The Power of Repentance [Tornar y Vivir: El Poder del Arrepentimiento]