Para mí, uno de los versículos más interesantes en los Evangelios es la declaración de Jesús en Lucas 12:47-48. Jesús cuenta la parábola sobre quién es el siervo sabio del amo y quién es el siervo malvado de ese mismo amo. En la parábola, el Señor dice que sus siervos darán cuentas. Él concluye la parábola con estas palabras:
Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá (Lucas 12:47-48).
Estos versículos son interesantes por varias razones. En primer lugar, el Señor dice que al menos algunos de sus siervos serán “azotados”. A algunos se les darán muchos azotes, a otros unos pocos. El factor determinante es cuánto sabían.
Muchos, si no la mayoría de los enseñantes de la Biblia, no creen que un día habrá el Tribunal de Cristo donde los cristianos darán cuenta de las vidas que vivieron. No lo creen, en parte, porque piensan que todos los “verdaderos” cristianos viven vidas piadosas. Pero esta parábola del Señor indica que algunos cristianos no viven vidas piadosas y que tales creyentes serán reprendidos por el Señor. Habrá algún tipo de castigo. Además, habrá diferencias en el Tribunal de Cristo en las reprimendas que los creyentes recibirán basándose en el conocimiento que tenían.
Recientemente miré un par de comentarios de eruditos de la Biblia que no creen que habrá un Tribunal de Cristo dedicado a las reprimendas y las recompensas solo para los cristianos. Uno de esos eruditos cree que la parábola enseña que si una persona recibe tal reprimenda del Señor, en realidad no es un cristiano.
Otro comentario bíblico muy conocido sobre Lucas no acaba de aclarar el tema en cuestión. Básicamente afirma que los siervos que reciben el castigo pueden ser o no verdaderos creyentes, y no discute si el castigo se refiere o no a un cristiano.
Es muy frustrante leer tales cosas. Ningún lector imparcial leería estos versículos sin entender que Jesús está diciendo que va a pedir cuentas a sus siervos, es decir, a los creyentes, por sus acciones basándose en cuánto saben. Solo una teología que desde el principio dice que todos los creyentes son fieles al Señor y serán alabados por Él cuando regrese podría concluir lo contrario.
Estos versos son claros. En el Tribunal de Cristo habrá muchas diferencias en el veredicto del Señor. Este veredicto no tiene nada que ver con si el creyente entra en el Reino de Dios o no. Tiene todo que ver con las recompensas en ese Reino y la pérdida de tales recompensas.
Pero la segunda cosa interesante de estas palabras es que Jesús dice que en ese día Él esperará más de aquellos creyentes que sabían más. Cuando se trata de la vida cristiana no podría pensar en palabras más aleccionadoras. Santiago dice en su libro que los maestros de la palabra de Dios serán juzgados más estrictamente en ese día. Me parece evidente que es porque tienen una mayor responsabilidad.
Jesús hace un razonamiento paralelo aquí. Aquellos que tienen más conocimiento de lo que Cristo exige y las razones detrás de esos requerimientos, tienen una mayor responsabilidad de actuar sobre estas cosas. ¿Ha habido alguna vez, en la historia de la iglesia, un grupo de cristianos con más conocimiento de estas cosas que aquellos de nosotros que han sido expuestos a las enseñanzas de la Gracia Gratuita? Constantemente nos encontramos con personas todo el tiempo que saben que tienen vida eterna solo por la fe, pero nunca han sido expuestos a una exégesis sólida sobre muchos pasajes. Nunca han oído hablar del Tribunal de Cristo y las recompensas involucradas en ese Juicio.
Pero muchos de nosotros sí. Somos los “a quienes mucho se les ha dado”. Mientras que nuestro destino eterno no está en cuestión, lo que el Señor nos dirá cuando regrese es algo que debemos meditar y orar. ¿Qué hemos hecho con el conocimiento que tenemos?
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Ken Yates es pastor de la iglesia Little River Baptist [Iglesia Bautista Rio Pequeño] en Jenkinsville, Carolina del Sur. Él enseña con GES en los institutos bíblicos por todo el mundo.