El otro día, escuché al pastor Barkef Osigian hacer una exposición de Gálatas 3:15-29. Señaló que la palabra promesa aparece ocho veces en esos versículos. El mensaje de Barkef me hizo reflexionar y escribir esta entrada de blog.
La palabra promesa aparece treinta veces en las epístolas de Pablo.
Se refiere a promesas, en plural, seis veces (Romanos 9:4; 15:8; 2 Corintios 1:20; 7:1; Gálatas 3:16, 21). Estas promesas se refieren a las diversas promesas que Dios hizo a Abraham y a sus descendientes: la promesa de la tierra, la promesa del pueblo escogido, la promesa de bendecir a todas las naciones del mundo por medio de Abraham, que es la promesa de la justificación solo por la fe, al margen de las obras (Genesis 12:1-3; Gal 3:8).
¿Qué promesa tenía Pablo en mente en sus epístolas? Puede encontrarse en Gálatas 3:15-29 y en muchas de las otras veinticuatro referencias a una promesa singular. Era la promesa de la justificación solo por la fe, aparte de las obras (por ejemplo, Gal 3:14, 17, 18, 19, 22, 29; 4:23, 28).
Esa promesa es esencialmente la misma que la promesa de la vida eterna a quien crea en Jesús para obtenerla (Juan 3:6; Gal 1:11-12; 3:21; 2 Tim 1:1).
Todos los creyentes tienen garantizada una herencia futura (Gal 3:18, 29). Todos los creyentes son “herederos de Dios” (Romanos 8:17a). Pero solo los creyentes que perseveren en la fe y las buenas obras serán “coherederos con Cristo” (Rom 8:17b; Gal 5:21; Efesios 5:5).
Me gusta llamar a la herencia que todos los creyentes tienen garantizada herencia pasiva. Una vez que creemos en Jesús para vida eterna, se nos garantiza tener cuerpos glorificados y ser parte de Su reino para siempre. Pero para gobernar con Cristo en la vida venidera y tener las recompensas que todos los gobernantes tendrán (por ejemplo, vestiduras blancas especiales, el derecho al árbol de la vida, el maná escondido), debemos ser vencedores en esta vida. Esa herencia, a menudo llamada heredar el reino, me gusta llamarla herencia activa. No está garantizada (cf. 1 Cor 9:24-27; 2 Tim 4:6-8).
Promesas, promesas.
¿Qué promesas que Dios ha hecho son más valiosas para ti?
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Bob Wilkin es el Director Ejecutivo de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica de la Gracia). Vive en Highland Village, TX, con su esposa de 43 años, Sharon. Su libro más reciente es Turn and Live: The Power of Repentance [Tornar y Vivir: El Poder del Arrepentimiento]