Durante una conferencia en 2006, un teólogo de la Gracia Gratuita presentó un mensaje en el cual argumentó que creer en Jesús para la promesa de vida eterna irrevocable no puede ser un requisito para el nuevo nacimiento, dado que nadie creía eso entre el año 100 y el 1500 d.C. Ese artículo fue publicado en la edición de primavera de 2008 de la Chafer Theological Seminary Journal [Revista del Seminario telógico Chafer]. La implicación fue que los católicos romanos y los ortodoxos orientales eran nacidos de nuevo. En ese momento, no me di cuenta de que había una segunda implicación. Si los católicos romanos eran nacidos de nuevo hasta el año 1500 d.C., entonces los católicos romanos de hoy también son nacidos de nuevo (a menos que su mensaje de salvación haya cambiado significativamente, lo cual no es así). No había considerado esa implicación, ya que el orador y escritor era un teólogo de la Gracia Gratuita.
Desde ese tiempo, he oído y leído cosas que confirman esa segunda implicación. Otros teólogos de la Gracia Gratuita han citado ese mismo artículo de 2008 para probar que los católicos romanos—y de hecho, casi todos los que se llaman cristianos—son nacidos de nuevo.
Algunos en los círculos de la Gracia Gratuita creen que aunque la salvación por obras es un mensaje defectuoso, no obstante es un mensaje que salva, dado que proclama que Jesús es Dios y que murió en la cruz por nuestros pecados y se levantó corporalmente de entre los muertos. Según ellos, si creemos eso, somos nacidos de nuevo, incluso si creemos que debemos apartarnos de nuestros pecados, ser bautizados, y perseverar en obediencia hasta la muerte para escapar de la condenación eterna.
Podríamos discutir la teología histórica. Los reformadores argumentaban que el mensaje de Roma no salvaría a nadie. La mayoría de los protestantes estaban de acuerdo con esa posición hasta mediados del siglo XX. Billy Graham comenzó a invitar a los católicos romanos a unirse a él en la predicación del evangelio. El resultado de eso fue que alrededor del año 1957, los fundamentalistas comenzaron a rechazar el mensaje y el ministerio de Billy Graham. Aun así, el cambio había comenzado. Hoy muchos evangélicos creen que los católicos romanos son nacidos de nuevo.
Sin embargo, la cuestión consiste en lo que enseña la Biblia, no en lo que dice la historia de la iglesia.
¿Nos dice la Palabra de Dios cuál es el mensaje de salvación?
Si, Juan 3:16 es claro. Para nacer de nuevo, uno debe creer que lo que Jesús promete es verdad. Es decir, uno debe creer que todo aquel que cree en Él, no perecerá, sino tiene vida eterna (cf. Juan 11:26b, “Crees esto?”). Ese mismo mensaje aparece más de cien veces en la Biblia. Véase mi libro, Faith-Alone in One Hundred Verses [“Fe Sola” en cien versículos].
Pero, ¿hay algún lugar donde la Biblia dice explícitamente que la salvación por obras no funciona? Es decir, ¿dice en algún momento que las personas no pueden nacer de nuevo si creen un mensaje de fe más obras?
Sí. En Gálatas, Pablo está escribiendo contra los falsos maestros, a quienes llamamos los judaizantes. Estos hombres estaban diciendo que la fe en Cristo no era suficiente para la justificación. En cambio, decían que además de creer en Jesús, uno tenía que seguir fielmente la Ley de Moisés, incluido el mandamiento de que todos los varones debían ser circuncidados (cf. Ga 1:6-9).
La salvación por obras también fue rechazada explícitamente en el Consejo de Jerusalén. Los judaizantes afirmaban que uno tenía que guardar la Ley de Moisés para ser salvo (Hechos 15:1). El Consejo dijo que eso era un mensaje falso, y que uno nace de nuevo por la fe en Cristo, sin involucrar las obras (cf. Hechos 15:7-11). Hablaré más sobre esto en la parte 2.
El mismo rechazo de la salvación por obras se encuentra en las enseñanzas del Señor Jesús. Le preguntaron al Señor, “¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras del Señor?” (Juan 6:28). Nota que preguntaron acerca de las obras. En plural. Estaban pensando en términos de los mandamientos de Dios. El pueblo judío a menudo preguntaba acerca de los mayores mandamientos por esta misma razón. La respuesta del Señor fue sencilla y profunda: “Esta es la obra [singular] de Dios, que creáis en el que él ha enviado” (Juan 6:29). El Padre envió al Hijo para proclamar la promesa de vida eterna para el creyente (cf. Juan 5:24). La única “obra” que alguien puede hacer para nacer de nuevo es creer en Jesús, Aquel a quien el Padre envió. Para dejarlo muy claro el Señor continuó diciendo: “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, nunca tendrá sed jamás” (Juan 6:35). Añadió, “El que cree en mí, tiene vida eterna” (Juan 6:47). La única acción que uno puede tomar para nacer de nuevo es creer en el Señor Jesucristo.
La misma idea se encuentra en los comentarios del Señor en Juan 5:39-40: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí. Y no queréis venir a mí [= creer en mí, véase Juan 6:35] para que tengáis vida.” La vida no se encuentra al tratar de guardar los mandamientos de Dios, incluso si estas obras se combinan con creer alguna sana doctrina. Uno nace de nuevo solo por la fe, si no aún no ha nacido de nuevo en absoluto.
La salvación por obras no funciona.
Entonces, ¿son los católicos romanos nacidos de nuevo? Mi respuesta puede sorprenderte. Estoy convencido de que muchos católicos romanos son nacidos de nuevo. Pero no por la razón que da el autor mencionado arriba. La razón es simple. Si una persona alguna vez creyó en Jesús para el regalo gratuito de la vida eterna, entonces su salvación está segura para siempre. Muchos católicos romanos tuvieron un momento en sus vidas en el que creyeron el mensaje de “fe sola.” Habrá ocurrido cuando asistieron a una reunión como Young Life [Vida Joven] o Fellowship of Christian Athletes [Comunidad de Atletas Cristianos] durante sus estudios. O tal vez cuando se reunieron con alguien del personal de los Navigators [Los Navegantes], o de Campus Crusade for Christ [La Cruzada Estudiantil para Cristo]. O durante una discusión con un amigo en el trabajo. El hecho de que un católico romano crea en la salvación por obras hoy no significa que nunca haya creído en Cristo para la vida eterna.
En mi opinión, una cantidad incontable de personas creían en el regalo gratuito de la vida eterna entre el año 100 d.C. y el año 1500 d.C. El hecho de que no tenemos documentos sobrevivientes que demuestran eso no es una sorpresa. La mayoría de los libros de ese periodo de tiempo se perdieron. Es más, las iglesias ortodoxa oriental y católica romana incluso destruirían los escritos que ellos consideraban heréticos. Seguramente hubo miles de pequeñas iglesias independientes durante esos siglos. Además, las personas dentro de la iglesia ortodoxa oriental e iglesia católica romana probablemente llegaron a la fe al estar evangelizadas por sus amigos y seres queridos, al igual que hoy).
Una tendencia inquietante que estoy viendo entre las personas que se proclaman como adherentes de la teología de la Gracia Gratuita es que algunos dicen que los apóstatas demuestran que nunca han creído en realidad. Tanto la Biblia (p.ej., 2 Ti 2:11-13; Heb 6:4-8; Heb 10:26-31) como la experiencia demuestran que las personas nacidas de nuevo a veces se apartan de la fe—no solo moralmente, sino también doctrinalmente. Pero la buena noticia es que la vida eterna es eterna. Una vez que la tienes,la tienes para siempre.
La salvación por obras es un mensaje que la Palabra de Dios rechaza. La salvación por obras no funciona.
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Bob Wilkin es el Director Ejecutivo de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica de la Gracia). Vive en Highland Village, TX, con su esposa de 43 años, Sharon. Su libro más reciente es Turn and Live: The Power of Repentance [Tornar y Vivir: El Poder del Arrepentimiento].