Recuerdo una vez en los años noventa, tal vez alrededor del 1996, estuve en el centro de Dallas en la oficina de Zane Hodges.
Le mencioné algo acerca de la confianza. Creo haberle preguntado, “¿Tú crees que confiar es un buen sinónimo de creer en Jesús?
En ese momento, pensaba que sí, pero quería oir lo que Zane tenía que decir sobre eso.
Esto es lo que me acuerdo de su respuesta:
“Solía referirme al confiar en Cristo como sinónimo de creer en Él. Supongo que todavía podría decirlo inadvertidamente de vez en cuando. No obstante, ya no me siento cómodo con el intercambio.
No encontramos en ninguna parte de las Escrituras, “El que confía en Mí tiene vida eterna.” Jesús llamó a la gente a creer en Él, no a confiar en Él.
Por supuesto la palabra “confiar” en inglés funciona como un sinónimo de “creer” en ciertos contextos. Podríamos decir “Confío que lo que él está diciendo es verdad.” Sin embargo, en inglés, confiar también puede implicar más que simplemente creer. De hecho, creo que es por eso que tantas personas la prefieren. Confiar puede implicar el sentido de compromiso e incluso la obediencia.
Si el Señor hablaba de creer en Él, ¿por qué estamos tan determinados a alterar Sus palabras?”
Años después, he llegado a ver la sabiduría en lo que dijo. Yo también he tratado de dejar de hablar sobre confiar en Jesús, y en cambio uso el lenguaje bíblico de creer en Él para la vida eterna que Él promete.
En 2016, el Dr. Wayne Grudem publicó un libro sobre las cinco razones por las que cree que la Teología de la Gracia Gratuita disminuye el evangelio. Uno de sus puntos principales—probablemente su punto principal, es que los proponentes de la Gracia Gratuita tienen “falta de énfasis en la Confianza en la persona de Cristo.” (Capítulo 4)
El Dr. Grudem es muy inteligente. Empieza con la fe, pero luego pasa a la confianza, y después pasa a la confianza sincera en la Persona de Cristo, y luego pasa a la sumisión y obediencia al Señorío de Cristo. Y él no es el único que usa tal planteamiento. Todos los proponentes de la Salvación por Señorío rechazan la idea de que creer en Jesús es creer en Jesús, convirtiendo creer en confiar y confiar en comprometerse y obedecer.
Así, Juan 3:16 está esencialmente alterado para significar: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que todo aquel que se somete a Él, y le obedece como un estilo de vida no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Así, la justificación solo por la fe puede ser la justificación por la sumisión y obediencia.
Honestamente, me asombra que la gente acepte esto. Una cosa es decir que no debemos confiar en nuestras obras para salvarnos, sino que debemos confiar en Jesús para hacerlo. Así las personas solían usar la palabra cuando hablaban de la necesidad de confiar en Él. Pero otra cosa muy distinta es decir que debemos someternos al Señorío de Jesucristo y que debemos seguirlo como una forma de vivir para poder entrar en Su reino.
¿Por qué los proponentes de la Salvación por Señorío promulgan la confianza como sinónimo de la fe? Porque no creen que Jesús y los Apóstoles enseñaron que todos los que simplemente creen en Jesús tienen vida eterna. Porque creen que la fe salvadora verdadera es la sumisión y obediencia a Cristo, no solo por un momento en tiempo, sino por la vida entera (aunque puedan haber unos breves periodos de fracaso, seguidos por una vuelta a la sumisión y obediencia).
Una nota final antes de terminar este blog.
La Postmodernidad enfatiza lo existencial. Enfatiza las experiencias personales. Así que cuando Grudem y otros proponentes de la Salvación por Señorío dicen que la fe en Cristo es “un encuentro personal con Cristo” (Grudem, “Free Grace” Theology: 5 Ways It Diminishes the Gospel [La teología de la “Gracia Gratuita”: cinco maneras en que disminuye el evangelio], pp. 39, 52, 106, 108, 118), ellos cambian la fe de algo que es proposicional, es decir, creer lo que Jesús le prometió al creyente, a algo que es una experiencia personal. Si insistimos y preguntamos, ¿pero qué es un encuentro personal con Jesús, si no sea creer en lo que dijo Jesús? su respuesta será que es la confianza sincera, es decir, la sumisión y obediencia al Señorío de Cristo.
Creo que Grudem y otros defensores de la Salvación por Señorío tienen buenas intenciones, pero están cambiando inadvertidamente la promesa de vida eterna que es para los creyentes en una promesa para los que son obedientes y fieles. La Salvación por Señorío no funciona por esa razón precisamente. Nadie puede nacer de nuevo mediante el compromiso y obediencia. La única manera de nacer de nuevo, como dijo el Señor repetidamente, es creer en Él. Realmente es así de sencillo.
____________________
Bob Wilkin es el Director Ejecutivo de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica de la Gracia). Vive en Highland Village, TX, con su esposa de 43 años, Sharon. Su libro más reciente es Turn and Live: The Power of Repentance [Tornar y Vivir: El Poder del Arrepentimiento].