Eche una mirada a esta pregunta breve pero poderosa que recibí recientemente:
Gracias por su ministerio. Tengo una pregunta. Cuando la Biblia dice que Jesús murió por los pecados del mundo (1 Juan 2:2), ¿eso significa que Jesús murió por los pecados de todos? ¿O significa que usted necesita creer que Jesús murió por sus pecados para que sea aplicable a usted?
La expiación limitada es el entendimiento calvinista que Jesús no murió por los pecados de todos. Él murió en la cruz por los pecados de los elegidos. En este entendimiento, la gran mayoría de las personas no pueden nacer de nuevo porque Cristo no murió por ellos. Aún peor, no puede saber hasta que muera si Cristo murió por usted o no. Usted pasa la vida mirando hacía sus obras y preguntándose si son lo suficientemente buenas como para darle un alto grado de confianza de que usted es una de las pocas personas que Dios escogió para tener la vida eterna. Por supuesto, usted sabe que podría apartarse de la fe en el futuro, y si lo haga, mostrará que usted probablemente no era elegido. Así que la incertidumbre le sigue todos los días de su vida.
Los calvinistas creen que si Cristo murió por todos, entonces todos serían salvos. Ya que la Biblia claramente rechaza el universalismo, los calvinistas rechazan la expiación ilimitada.
Me enseñaron en el seminario que Cristo murió por todos (Juan 1:29; 1 Juan 2:2). Su muerte fue ilimitada. Pero eso no promociona el universalismo. Para que una persona muerta espiritualmente obtenga la vida eterna, necesita más que el removimiento de la barrera del pecado. Eso simplemente hace que las personas sean salvables. Para nacer de nuevo, la persona muerta espiritualmente necesita la vida eterna. Solamente aquellos que creen en Cristo Jesús para obtener el regalo gratuito de la vida eterna poseen esa vida. La razón por la cual la fe en Cristo para la vida eterna es la única condición es porque en Calvario, Cristo quitó el pecado del mundo (Juan 1:29).
Llamaría eso el entendimiento tradicional de la expiación ilimitada. La muerte de Cristo no solo fue suficiente para todos–la visión calvinista–pero también es eficiente para todos. Es decir, nuestros pecados no nos impiden obtener la vida eterna. En el momento en que el pecador cree en Cristo para la vida eterna, está seguro para siempre.
Ha surgido un segundo entendimiento de la expiación ilimitada. El interlocutor lo articula bien: “necesita creer que Jesús murió por sus pecados para que le aplique a usted.” Hace unos años, un amigo mío se reunió conmigo y con la junta directiva entera de la GES en nuestra conferencia anual. Él quería discutir tres cuestiones, una de las cuales fue la expiación.
Él se había graduado de DTS (El Seminario Teológico de Dallas) poco antes de mi matriculación. Me indicó que le habían enseñado en DTS que la muerte de Jesús fue suficiente para todos, pero que solo fue eficiente para los que creen que Él murió en la cruz por sus pecados.
Mientras que mi amigo llama ese entendimiento la expiación ilimitada, yo lo llamo la expiación limitada. Si la muerte de Cristo no quitó el pecado del mundo, pero solo lo hizo potencialmente, entonces muchos versículos son incorrectos (p. ej., Juan 1:29; 3:16; 1 Juan 2:2).
Note también cómo esto cambia el contenido de la fe salvadora. Uno no necesita creer en Jesús para la vida eterna (Juan 3:14-18, 36; 5:24; 1 Tim 1:16). Solo necesita creer que Jesús murió en la cruz para sus pecados. No necesita creer en Jesús para nada. No necesita creer en el regalo gratuito de la vida eterna. Él podría creer en la salvación por las obras y ser nacido de nuevo. La única cuestión es creer que Jesús murió por usted.
Desde este punto de vista, los católicos romanos, los ortodoxos orientales, y casi todos los protestantes son nacidos de nuevo. La certeza de la vida eterna se convierte en una cuestión de la santificación. Es como un techo solar en un auto. Mejora su experiencia de manejar un poco, pero usted no lo necesita. De la misma manera, una persona nunca necesita que Jesús lo ha salvado de una vez por todas. Es buena información, pero no es esencial.
En el corazón de la controversia del llamado evangelio sin cruz está la vista que la muerte de Jesús no quita los pecados de nadie a menos y hasta que crea en la expiación sustitutiva. Esto es también el corazón del asunto con respecto a la cuestión si la seguridad es de la esencia de la fe salvadora.
¿Sobre qué estamos tratando de persuadir a la persona a quién evangelizamos? ¿Es nuestra última meta convencer a esa persona acerca de la expiación sustitutiva? ¿Es nuestro objetivo más que eso? ¿Es nuestro objetivo persuadir a él o a ella que debido a la cruz, nuestros pecados ya no son el problema así que lo único que necesitamos hacer para ser salvos es creer en el Señor Jesucristo para la vida eterna que él le garantiza al creyente?
La junta directiva le dijo a mi amigo que ellos creyeron que la muerte de Jesús realmente removió la barrera del pecado para todos, y que una persona no es nacida de nuevo hasta que crea que Jesús garantiza el destino eterno del creyente. Esa es la posición de GES. Confío en que esa es su posición también.
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Bob Wilkin es el Director Ejecutivo de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica de la Gracia). Vive en Highland Village, TX, con su esposa de 43 años, Sharon. Su libro más reciente es Turn and Live: The Power of Repentance [Tornar y Vivir: El Poder del Arrepentimiento].