Tengo que confesar algo. A veces es difícil para mí determinar cómo aplicar un pasaje en el Antiguo Testamento a mi vida. Sé que toda la Escritura es útil (2 Tim 3:16), pero cuando trato de preguntarme qué tienen que ver con la Iglesia ciertos pasajes dirigidos a la nación de Israel, a veces estoy perdido. Siento que en algunos casos, puedo estar forzando algún tipo de aplicación.
Pero hay otros tiempos en que la aplicación y las paralelas son totalmente claras. En Hebreos 11:6, se nos dice que Dios recompensa a los que lo buscan. En el contexto, el autor está hablando de las recompensas eternas al Tribunal de Cristo (Bema). Dios no se esconde de nosotros siendo sus niños. Él quiere que lo busquemos. Si lo hacemos, encontraremos a Él. Estaremos recompensados ampliamente en el proceso.
La promesa de Dios a Asa
Recientemente estaba leyendo el libro de 2 Crónicas y encontré un gran ejemplo del Antiguo Testamento de lo que enseña Heb 11:6. Asa era el rey de Judá. La idolatría era un problema constante con los judíos, ambos en el norte (Israel), y el sur (Judá). Se nos dice que Asa era un buen rey e hizo lo recto ante los ojos de Dios (2 Cr 14:2). En 2 Cr 15:2, se nos dice que Dios envió un profeta a Asa, y le dijo que si él buscaba al Señor, lo encontraría. Si lo hacía, Dios lo recompensaría. Claramente, esta es una gran paralela con Heb 11:6.
En los versículos que siguen en 2 Crónicas, vemos cómo esa promesa de Dios se manifestó en la vida de Asa. En capítulo 15, vemos cómo Asa buscaba a Dios. Removió los ídolos de Judá. Restauró el altar en el templo. Ofreció sacrificios al Señor. Convenció a la gente de buscar al Señor. Incluso quitó a su propia madre de su posición de autoridad porque era una adoradora de ídolos fanática (15:16).
¿Y cómo recompensó Dios a Asa por buscar a Él? Dios le dio paz con todos sus enemigos (15:9). Tenía un reinado exitoso como rey sobre su pueblo.
Cuando Asa dejó de buscar
Pero en capítulo 16, todo cambia. Asa dejó de buscar al Señor. Cuando se encontró en un apuro, solicitó la ayuda de un rey pagano, en vez del Señor. A pesar de que el Señor le había dado victoria en la batalla anteriormente (16:8), se olvidó de lo que había hecho el Señor. Como consecuencia de su falta de confianza en el Señor, Asa experimentó guerras el resto de su tiempo como rey (16:9).
Esto también impactó otras áreas de su vida. Se enfadó con el profeta de Dios. Oprimía a su gente (16:10). Cuando se hizo enfermo al punto de morir, no se iría al Señor para su ayuda (16:12).
Cuando Asa buscaba al Señor, fue recompensado por Dios. Cuando no buscaba al Señor, experimentaba lo opuesto.
En medio del relato de la rebelión de Asa contra Dios, el autor de 2 Cr añade otro punto teológico. Un profeta le recordó a Asa que Dios busca a las personas que están comprometidas a Él (16:9). En otras palabras, ¡Dios busca a los que buscan a Él!
Busque al Señor
Dios desea recompensar a su pueblo en cualquiera era en que vivan. Él quiere que lo busquemos. Y está buscando a aquellos que lo hacen. Mientras buscamos a Él, Él está buscando a nosotros. Asa experimentó eso.
Y nosotros también podemos experimentarlo. Si busquemos las recompensas que vienen como resultado de ser fieles al Señor–ambos en esta vida y en la vida por venir–¡podemos estar seguros de que Dios proveerá que nuestra búsqueda sea exitosa!
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Ken Yates es el pastor de la iglesia Little River Baptist [Iglesia Bautista Rio Pequeño] en Jenkinsville, Carolina del Sur. Enseña con GES en institutos bíblicos por todo el mundo.