Recientemente escribí una entrada de blog sobre Apocalipsis 3:5 y la cuestión de si los creyentes no vencedores serán borrados del Libro de la Vida. Ver aquí.
Recibí esta excelente pregunta sobre esa entrada de parte de John:
Voy a añadir en rojo lo que creo que significa Apocalipsis 3:5:
“El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre (pero borraré el nombre de los no vencedores) del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”.
Los no vencedores, no creyentes, serán borrados del registro de los vivos [aquellos que tienen vida eterna]…
La opinión de John es la de muchos evangélicos: Todos los creyentes son vencedores; aquellos que no logran vencer son incrédulos.
He escrito sobre esto antes. Ver aquí. Pero es una pregunta tan importante que merece ser respondida nuevamente.
Ese razonamiento podría aplicarse a 1 Juan 5:4-5, aunque no lo veo así. Pienso que 1 Juan 5 está diciendo que cuando caminamos por fe, somos vencedores. No creo que Juan esté diciendo que todos los creyentes son vencedores.
Sin embargo, es posible entender que los vencedores en 1 Juan 5 se refieren a todos los creyentes, y los vencedores en Apocalipsis 2-3 se refieren a los creyentes fieles y perseverantes.
¿Por qué decimos que en Apocalipsis 2-3 los no vencedores son creyentes? Tengo siete razones:
- El Señor se dirige a siete iglesias. Ningún incrédulo es parte del Cuerpo de Cristo. Los incrédulos pueden haber visitado algunas de estas iglesias. Pero no formaban parte de ninguna de ellas.
- Todas las siete cartas dicen, “Conozco tus obras”. El tema es servicio fiel vs. infiel a Cristo. El servicio fiel no es la condición para la vida eterna.
- Ninguna de las siete cartas llama a los lectores a creer en Jesús para obtener vida eterna.
- La palabra vencedor (griego nikao) significa ganador o victorioso. No significa creyente.
- Hay muchos pasajes de advertencia en el NT sobre la posibilidad de apartarse. De hecho, la mayoría de las siete cartas en Apocalipsis 2-3 advierten a los lectores sobre esa posibilidad.
- Jesús no promete vida eterna a aquellos que vencen. En cambio, Él promete a los vencedores: 1) El privilegio de reinar con Él y 2) Varios premios de perseverancia que acompañan este privilegio (maná escondido, derecho al árbol de la vida, vestiduras blancas especiales, etc.).
- Todo el Nuevo Testamento distingue entre recompensas eternas que se ganan por el trabajo realizado (1 Corintios 9:24-27; 2 Corintios 5:9-10; Gálatas 6:7-9; 2 Timoteo 2:12; 4:6-8; Apocalipsis 3:21), frente a la vida eterna, que es el don de Dios (Juan 4:10; 6:28-29; Rom 4:4-5; Gal 2:16; Efe 2:8-9; Apocalipsis 22:17).
¿Esforzarse por ser un vencedor? Desde luego. Véase 1 Corintios 9:27. Pero no para entrar en el reino. El objetivo es ganar la aprobación, el elogio y el reconocimiento del Señor.
Mantén la gracia en el punto de mira.