Mientras me preparaba para presentar la epístola de Santiago para una clase que estoy impartiendo, investigué lo que dicen los principales comentaristas conservadores sobre la salvación en Santiago.
Lo que encontré fue sorprendente.
Conocía tres puntos de vista.
1.Los lectores eran creyentes que se habían salvado para siempre.
2. Los lectores eran creyentes que se habían salvado, pero que podían perder su salvación.
3. Los lectores eran un grupo mixto de verdaderos creyentes y falsos profesantes y Santiago quería que examinaran sus obras para ver si eran verdaderamente salvos.
Pero descubrí un cuarto punto de vista:
4. Los lectores eran creyentes nacidos de nuevo, ¡pero aún no eran salvos!
En cuanto al hecho de que los lectores eran regenerados, Davids escribe: “la mayoría de los comentaristas recientes [creen] que la referencia a la regeneración está prevista [en 1:18]” (Peter Davids, James, p. 89). Asimismo, Moo dice: “Pero la prueba más importante a favor de un ‘nacimiento’ redentor aquí es la frase ‘la palabra de la verdad’… esta ‘palabra’ es el instrumento a través del cual Dios trae a la gente a la vida. Las otras cuatro apariciones de la frase en el NT se refieren al evangelio como agente de salvación (2 Cor. 6:7; Ef. 1:13; Col. 1:5; 2 Tim. 2:15)” (Douglas Moo, James, p. 79). Richardson comenta: “Dios da a luz a los creyentes por medio de su palabra de verdad. La palabra de verdad aquí es prácticamente sinónimo de evangelio” (Kurt Richardson, Santiago, p. 87). Hiebert está de acuerdo: “El tiempo aoristo se remonta al momento de nuestra conversión y registra el hecho de nuestro nacimiento espiritual como una realidad histórica” (D. Edmond Hiebert, Santiago, p. 116).
A pesar de que dicen que los lectores son creyentes nacidos de nuevo, observa cómo los principales comentaristas conservadores explican los cuatro versículos de Santiago que tratan de la salvación (1:21; 2:14; 4:12; 5:20), aparte del 5:15, que trata de la sanación.
Santiago 1:21. Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
“La referencia a la salvación debe interpretarse a la luz del Día del Juicio que se acerca rápidamente (véase Hechos 17:30). Está cargada de la urgencia escatológica del NT, incluyendo (notablemente) la Epístola de Santiago. Ninguna alma puede llamarse salvada, o perdida, hasta el Juicio Final; de ahí el evangelio de Santiago de la fe que sigue trabajando con la esperanza de esa aprobación final… en el Juicio Final” (Adamson, pp. 81-82, énfasis añadido).
“La salvación es futura, por tanto, salvación de la hora apocalíptica del juicio de Dios, encajando con el tono general de Santiago. Así, el Dios que regenera (engendra) al cristiano por la palabra de verdad, lo salvará por la misma palabra implantada en él si la recibe” (Peter Davids, p. 95, énfasis añadido).
“Algunos cristianos, acostumbrados a equiparar la salvación con la conversión o la regeneración, podrían sentirse preocupados por esta orientación futura. Pero, de hecho, este enfoque es bastante habitual en el NT, donde el verbo “salvar” y el sustantivo “salvación” a menudo se refieren a la liberación definitiva del creyente del pecado y la muerte que tiene lugar en el momento del regreso de Cristo en la gloria (véase, por ejemplo, Rom. 5:9, 10; 13:11; 1 Tes. 5:9; Fil. 2:12; 1 Ti. 4:16; 2 Ti. 4:18; Heb. 9:28; 1 Pe. 1:5, 9; 2:2; 4:18). Los demás usos que Santiago hace de la terminología comparten esta orientación futura (2:14; 4:12; 5:20; en 5:15, “salvar” se aplica a la liberación física, no espiritual). Es importante tener en cuenta esta perspectiva de la salvación si queremos entender correctamente la teología de Santiago” (Moo, p. 88, énfasis añadido).
Santiago 2:14. ¿De qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
“Lo que será inútil en el juicio final es una fe carente de obras… La vacuidad de tal profesión no es nueva en el NT. Basta con escudriñar los profetas para descubrir una condena de la piedad ritual sin justicia práctica para los pobres” (Davids, p. 120).
“El infinitivo aoristo sosai (“salvar”) mira principalmente a la futura culminación de la salvación del creyente. El criterio entonces no será la profesión, sino el desempeño” (Hiebert, p. 177).
Santiago 4:12. Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?
Adamson escribe: “creemos que Santiago se refiere a la ‘salvación’, o lo contrario, en el Juicio Final (5:9)” (p. 178, énfasis añadido).
“El juicio de Dios es… el juicio final de los obedientes y desobedientes” (Richardson, pp. 196-97, énfasis añadido).
“‘Salvar y destruir’ resume el ejercicio de Dios de su poder soberano… La declaración es general, y las dos actividades no necesitan limitarse a su naturaleza o tiempo. Tienen una aplicación presente, pero el veredicto escatológico de Dios como Juez parece estar principalmente en consideración” (Hiebert, p. 270, énfasis añadido).
Santiago 5:19-20. Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.
“La muerte, de la que se salva, es la pena del pecado, como en 1:15, y bajo el pacto ‘la exclusión final de la Sociedad Divina’ (1 Juan 5:16; así Westcott)” (Adamson, p. 203, énfasis añadido).
“Que el pecado puede dar como resultado la muerte física también está claro (1 Cor. 15:30, así como muchos de los ejemplos del AT antes mencionados) y esto puede ser parte del significado de Santiago (como en 5:14-16), pero el tono parece ir más allá de la muerte física y reconocer la muerte como una entidad escatológica, al menos donde uno muere en pecado (cf. 1:15)” (Davids, p. 200, énfasis añadido).
“‘La muerte’ aquí, como comúnmente en Santiago y casi siempre en el NT donde el pecado es el tema, es la muerte ‘espiritual’ final —la condena a la perdición eterna… la palabra [thanatos] tiene una connotación física [también])” (Moo, p. 250, énfasis añadido).
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i Hiebert es un poco confuso en este punto. Parece sugerir que hay algún tipo de salvación que ocurre en el nuevo nacimiento, pero que también hay una posible salvación futura que el creyente necesita obtener. Véanse sus comentarios sobre Santiago 2:14 más arriba.