La mayoría de las religiones son extremadamente complicadas porque sus sistemas de salvación por obras dependen de que sigas leyes intricadas, rituales, y listas de quehaceres con la esperanza de subir la escalera al cielo.
En contraste, el cristianismo bíblico (y, por implicación, la Teología de la Gracia Gratuita) es simple.
¿De qué manera?
Creo que puedo resumir el “deber” del cristiano con estas tres palabras—
1.Creer. Solo hay una condición para tener la vida eterna: creer en Jesús. La mayoría de las religiones enseñan que es necesario hacer obras para ser salvo. No es lo que enseñó Jesús. Al contrario, Jesús hizo todo el trabajo en la cruz para que pudieras tener la vida eterna como regalo (Ef 2:8-9). Jesús pagó el precio de la salvación para que pudieras tenerla gratis. ¿Cómo la recibes? Simplemente al creer en Jesús para ella:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
2. Permanecer. Es después de creer, cuando la aventura cristiana realmente comienza. Dios quiere que crezcas en tu amistad con Cristo (Juan 15:15). No solo quiere que tengas vida, sino que tengas una vida abundante (Juan 10:10). ¿Cómo puedes hacer eso? Permaneciendo en Jesús. Eso significa leer la Palabra de Dios y dejar que las enseñanzas de Jesús “se asimilen.” Escúchalo a Él. Piensa en lo que Él enseñó. Medita en esas palabras, permitiéndolas desafiar, corregir, inspirar y transformar tu pensamiento. Si permaneces en Él, darás fruto:
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos” (Juan 15:5-8).
3. Amar. ¿Qué requiere Dios que hagas? Amar a tus prójimos. Piénsalo así—Dios le da al creyente la salvación gratis no para que desperdicie su vida siendo religioso, tratando de salvarse a sí mismo. En cambio, puedes vivir tu vida cristiana dedicando hechos de amor a tus prójimos de manera en que necesitan ser amados. Si ves una necesidad que puedes remediar, haz algo al respecto. Cuida de tu familia, alimenta a los pobres, da ropa a los desnudos, apoya a las viudas, sé amigo de los huérfanos, escribe a los prisioneros, y haz cualquier otro bien que sea necesario:
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Juan 13:34).
El cristianismo bíblico es simple, pero no he dicho que es fácil.
Es difícil creer que Jesús te da la vida eterna como un regalo gratuito.
Se requieren años de permanecer en la Palabra de Dios para que impacte todo tu pensamiento y modo de vivir.
Y como sabes, el mundo está lleno de necesidades infinitas, así que amar a tus prójimos puede requerir un enorme sacrificio de tu parte.
No, vivir la vida cristiana no es fácil.
Pero es simple: creer, permanecer, y amar.
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Shawn Lazar es el Editor de la revista Gracia en el Enfoque, y es el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia (Grace Evangelical Society). Él y su esposa Abby tienen tres niños. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de la McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la elección divina es al servicio, no a la salvación eterna].