Le estaba explicando la teología de la Gracia Gratuita a un calvinista cuando, para mi sorpresa, él afirmó que ¡yo realmente creía en la salvación por las obras! Nadie me había acusado de eso antes, así que estaba curioso de por qué él pensaba eso. Durante nuestra conversación, se me hizo claro que él estaba haciendo tres grandes suposiciones que valen la pena investigar. Aquí están:
- Primero, la gracia significa que Dios determina todo.
- Segundo, la obra es cualquier cosa que incluye una respuesta de libre albedrío.
- Tercero, la fe se convierte en una obra meritoria si el libre albedrío está involucrado.
Para decirlo de manera muy simple, según él, si usted rechaza el determinismo divino, por defecto, entonces enseña la salvación por las obras. ¿Pero son esas suposiciones seguras? ¿Son bíblicas?
Primero, ¿existe alguna razón para definir la gracia como el determinismo divino? La respuesta corta es no. Como demostró Bob Wilkin en el capítulo 8 de su libro ‘The Ten Most Misunderstood Words in the Bible’ [Las Diez Más Malinterpretadas Palabras en la Biblia], la gracia [en griego charis] tiene una amplia gama de significados en el Nuevo Testamento. Tendemos a querer que siempre se refiera al favor inmerecido, pero puede significar las gracias, el regalo, el beneficio, el placer, la liberalidad, etc. El significado básico es el favor, y a veces el favor es merecido y a veces no lo es. Aquí está el punto–el determinismo divino no está en esa gama de significados. Eso no es lo que significa la gracia. La suposición de que significa eso es un bagaje teológico destinado a defender el calvinismo. ¿Por que no adherir a la manera en que la Biblia utiliza el término? Así que los argumentos de este hombre en cuanto a la primera suposición al fin y al cabo no valen mucho.
Segundo, ¿la Biblia define la obra como cualquier cosa que incluye el libre albedrío? De nuevo, no. BDAG (el léxico de griego bíblico mas respetado de Bauer–Danker–Arndt–Gingrich), define la obra como [en griego ergon] como un hecho, una acción, o una tarea, tales como “obras que la ley le ordena hacer,” (BDAG, 391). Además, el hacer de la obra se contrasta con meramente oír (Santiago 1:22). Y Pablo, en todas partes, contrasta las obras con la fe (p. ej. Gá 2:16). Eso es lo que una obra bíblica es. Aunque no puedo probar lo contrario, no he encontrado ninguna evidencia que dice que cuando se involucra el libre albedrío, algo que no es una obra de repente se convierte en una obra. Eso también es simplemente un bagaje teológico destinado a defender el determinismo.
Tercero, ¿la fe se hace meritoria si está involucrado el libre albedrío? ¿Es esa una suposición segura, o solamente más bagaje? Por lo que sé, la Biblia nunca afirma eso. Hablando bíblicamente, la fe y las obras se contrastan, y la fe no se considera meritoria. Pablo enseñó que si la salvación fuera por las obras, sería un salario (i.e. sería meritoria); por eso la salvación es por la fe (lo cual implica que no es meritoria): “Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia” (Ro 4:4-5). Cuando trabaja, usted recibe lo que ha ganado; cuando cree, usted recibe lo que no ha ganado. Igualmente, en Ef 2:8-9, Pablo comparó la salvación siendo por la fe, aparte de las obras, al recibir un regalo (i. e. no meritorio): “Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” La salvación por la fe no es meritoria. Punto. Hasta donde yo sé, no hay ningún pasaje en las Escrituras que dice que si la respuesta de la fe es libre, no se hace meritoria.
Para resumir, no acepté las suposiciones de ese hombre. De hecho, no creo que él se dio cuenta de que las tenía, ni que conducían su teología (calvinista). Pero antes de que tengas la tentación de pensar mal de él, la verdad es que todos tenemos un bagaje teológico de que debemos deshacernos. Y eso significa llevar nuestras creencias a la Palabra de Dios y hacer cosas sencillas como buscar una palabra en un diccionario, o ver cómo se usa en las Escrituras. La peor suposición es que usted no tenga ninguna.
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Shawn Lazar es el editor de la revista Gracia en el Enfoque, y el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia. Él y su esposa Abby tienen tres niños salvajes. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la elección divina es al servicio, no a la vida eterna].