Recientemente vi una cita atribuida a Martin Luther que dijo, “Estoy predicando la justificación por la fe a mi congregación cada semana, porque cada semana se la olvidan.”
Una de las tareas desagradables pero necesarias en nuestro ministerio es señalar cuando los autores y predicadores se olvidan de la justificación por la fe, aparte de las obras, y en cambio comparten un mensaje mezclado de la fe más obras.
Por ejemplo, estuve trabajando en Lucas-Hechos, y vi estas citas en el volumen sobre Lucas en Christ-Centered Exposition Commentary Series [Serie de comentarios sobre la exposición Cristo-céntrica] editada por David Platt (y otros). En la contraportada, el autor, Thabiti Anyabwile (nombrado como miembro del consejo de la Coalición del Evangelio) escribe:
“El arrepentimiento no es simplemente mental. El arrepentimiento verdadero se acompaña por el fruto, por las buenas obras” (p. 62).
Eso es verdad. El arrepentimiento no es meramente un cambio de mente, sino un cambio del comportamiento (véase el libro de Bob Turn and Live [Tornar y Vivir], pero luego Anyabwile dice esto:
“No hay predicación del evangelio sin la predicación del arrepentimiento—del apartarse del pecado hacia Dios y demostrar ese cambio en una nueva vida (p. 63).
Cuando dice la “predicación del evangelio,” Anyabwile quiere decir el mensaje de cómo nacer de nuevo. Así que el mensaje salvífico incluye el arrepentimiento. Y el arrepentimiento no es meramente mental, sino incluye cosas como hacer buenas obras, alejarse del pecado, y vivir una nueva vida. Ciertamente parece que Anyabwile está predicando un evangelio de la fe más obras.
Pero ¿qué pasa si no tienes esas buenas obras y una vida nueva?
“Quizás nunca te has arrepentido de tus pecados. Si nunca te has vuelto en tu mente y corazón para ponerte de acuerdo con Dios acerca de tu pecado y no te has vuelto en tu mente, corazón y vida para seguir a Jesús, entonces puedes ser religioso o haber crecido en una iglesia, pero todavía no eres un cristiano” (p. 63).
Así que no es suficiente simplemente creer en Jesús para nacer de nuevo. También necesitas arrepentirte de tus pecados, cambiar tu vida, y seguir a Jesús. En resumen, necesitas buenas obras para ser salvo. Si no está completamente claro el compromiso de Anyabwile a la salvación por las obras, la próxima cita debe eliminar cualquier duda sobre su posición.
“Lo único que nos queda para hacer—si podemos llamarlo “hacer”—es apartarnos de nuestros pecados y volvernos a nuestro Salvador. Confía y síguelo para recibir la salvación de Dios” (p. 63).
¿Cómo recibes la salvación de Dios? ¿Por fe, aparte de las obras? No. Aunque Anyabwile parece reconocer que está mal convertir el “hacer” en una condición de la salvación, todavía afirma que debes seguir a Jesús para recibir la salvación.
Así que, para recapitular, aquí están todas las condiciones de la salvación relacionadas con las obras que Anyabwile mencionó en estas citas.
- Arrepentimiento
- Buenas obras
- Apartarse del pecado
- Volverse a Dios
- Seguir a Jesús
Espero que Anyabwile en realidad cree en la justificación por la fe, aparte de las obras, y que estas citas sean errores o ejemplos del autor olvidándose de la justificación. Sin embargo, habíamos ya visto este tipo de mensaje de salvación mezclado de la Coalición Por el Evangelio antes. Es ciertamente evidente en los escritos del editor del libro, David Platt. (véase aquí)
En cualquier caso, por favor sigue orando por la oportunidad de compartir el mensaje sencillo de la fe en Cristo para la vida eterna (Juan 3:16; Gá 2:16; Ef 2:8-9). Hay muchas más voces proclamando las obras como condición de la salvación que las que proclaman la gracia. ¡No olvides recordar a los demás que no lo olviden!
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Shawn Lazar es el editor de la revista Gracia en el Enfoque, y el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia (Grace Evangelical Society). Él y su esposa Abby tienen tres niños salvajes. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la elección divina es al servicio, no a la salvación eterna].