“De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos” (Mateo 5:19).
Henry Ford dijo una vez, “No puedes construir una reputación sobre lo que vas a hacer.”
Todos tenemos una reputación en los ojos del mundo. Tu reputación se construyó sobre lo que has hecho, y dependerá de lo que sigues haciendo.
Sabes que se requiere muchos años para construir una buena reputación, pero solo minutos para ganarse una mala reputación.
Pero ¿sabías que de la misma manera tienes una reputación delante de Dios? ¿Y sabías que Dios hará la decisión final concerniente a tu reputación eterna?
A menudo hablamos sobre las recompensas de reinar con Cristo u obtener una corona o comer en un banquete de bodas, pero ¿alguna vez has considerado que existe otra recompensa relacionada con tu reputación en el reino? Tu reputación en la próxima vida depende de tu fidelidad a Cristo en esta vida. Como comenta Michael Eaton sobre Mateo 5:19:
Dependiendo de su actitud hacia las exigencias de la Escritura, cumplidas y luego perfeccionadas por Jesús, los discípulos serían llamados “muy pequeño[s]” o “llamado[s] grande” en el reino del cielo. La palabra importante es “llamado.” Una parte de la recompensa por la fidelidad en el reino es la eventual reputación de uno. Por su obediencia, Jesús recibió un nombre sobre cada nombre. Fue llamado “Señor” de una manera más elevada que antes. La herencia de Abraham incluyó la promesa, “engrandeceré tu nombre” (Gn 12:2). Nuestra reputación, nuestro nombre, el nombre por lo cual somos “llamados” será una parte de nuestra recompensa eterna (Eaton, The Way that Leads to Life [El camino que conduce a la vida], p. 61).
_________________________
Shawn Lazar es el editor de la revista Grace in Focus [Gracia en el Enfoque], y el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia (Grace Evangelical Society). Él y su esposa Abby tienen tres niños salvajes. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la elección divina es al servicio, no a la salvación eterna].