“Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y será glorificado en Faraón y en todo su ejercito, y sabrán los egipcios que yo soy Jehová.” Y ellos lo hicieron así (Éx 14:4).
Cuando usted se encuentra en una situación dura, es difícil no enfocarse en sus problemas. Y cuando hace eso, se preocupa y se molesta. ¿Por qué? Puede ser porque cree que es totalmente inaceptable que deba sufrir. Puede creer que el mundo debe ser justo para usted–y más que justo, i.e, que debería hacerse a su manera. Y debido a estas creencias, pasar por dificultades le hace sentir miserable.
Cuando los judíos fueron atrapados entre el ejercito egipcio en un lado y el mar abierto en el otro, sin ninguna esperanza de un rescate terrenal, se volvieron contra Moisés, y preguntaron sarcásticamente, “No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?” (v. 11). ¿Qué les pasaría a ellos? Tenían miedo, y su preocupación principal era la supervivencia. Todo su enfoque era en ellos mismos, y por eso, perdieron de vista a Dios. Pero mire lo que dice Dios en el versículo 4. ¿Cuál es el propósito de Dios en conducir a Israel “entre Migdol y el mar”?
“…y seré glorificado…”
Eso era la meta de Dios–no el consuelo de Israel, sino glorificar a Si mismo. Aquí hay otro principio sobre la preocupación.
Principio 2: Preocúpense más de la gloria de Dios que de su propio alivio.
Parte de la razón que usted se preocupa de su situación es que está enfocado en si mismo. ¡Entiendo completamente por qué! ¿Pero ha considerado la posibilidad de que Dios esté más interesado en glorificar a Si mismo a través de usted, que por facilitarle las cosas? ¿Después de todo, como un discípulo de Cristo, ¿alguna vez lo ha pedido que le utilice a usted para Su gloria? ¡No se sorprenda entonces, si Dios conteste su oración! Santiago le dice “tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas” (Sant 1:2), no porque las pruebas son divertidas, sino porque Dios, como un orfebre, le esta refinando en el fuego para producir alguien que le traerá más gloria por toda la eternidad. Es posible que no entienda cómo funciona ese proceso, pero puede aprender a confiar en Él, quien maneja el proceso.
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Shawn Lazar es el editor de la revista Gracia en el Enfoque, y el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia (Grace Evangelical Society). Él y su esposa Abby tienen tres niños salvajes. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la elección divina es al servicio, no a la vida eterna].