Tengo un libro devocional escrito por Watchman Nee que se llama The Lord Is My Portion [El Señor es mi porción]. En la lectura del 22 de enero, Nee medita sobre Mateo 14:30, lo cual lee:
“Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!”
Nee comenta:
En caminar sobre el agua, Pedro no debía mirar el fuerte viento. Él tenía la palabra del Señor. Así, no debía mirar el viento ni las olas. Al mirar estas cosas, fácilmente olvidó la palabra del Señor. Sin la palabra, uno nunca debe caminar sobre el agua en el primer lugar, aún si todo esté tranquilo. Ya que caminar sobre el agua no depende del viento ni de las olas, uno nunca debe mirar estas cosas. Uno debe mirar solamente al Señor.
¿No es eso también cierto en relación a nuestra seguridad eterna también?
Basar la seguridad de su salvación en sus obras y su comportamiento significa actuar como Pedro, mirando el viento y las olas – y eso sólo puede producir temor, y no seguridad. Su vida es demasiado tumultuosa, inestable e impredecible para ser la base de su seguridad eterna.
Sin embargo, usted tiene la palabra de Jesús:
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna” (Juan 3:36).
Si usted cree, la vida eterna es su posesión actual. Los vientos y las olas pueden enviar un mensaje diferente, pero así como dice Nee, “uno nunca debe mirar estas cosas. Uno debe mirar solamente al Señor.”
Shawn Lazar es Editor de la revista Grace In Focus (Su Gracia Gratuita), y Director de Publicaciones de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica Gracia). Shawn y su esposa Abby tienen tres niños salvajes. Es pastor ordenado en la iglesia Bautista. Ha estudiado el Grado en Teología de McGill University en Canada, y la Maestría de Free University en Amsterdam. Autor de dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation (Más allá de la duda: cómo asegurarse de su salvación), y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life (Escogido para servir: por qué la elección divina es para servicio, y no para vida eterna).