¿Comprendió la mujer samaritana que Jesús le estaba ofreciendo la vida eterna? ¿Es ese el tipo de salvación que ella y otros samaritanos esperaban del Mesías? ¿Estaban pensando en términos eternos? ¿O creyeron en Él sin pensar en la salvación, y mucho menos en la vida eterna?
Pues, ¿Qué dijo Jesús que le daría a la mujer samaritana?
“Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pidieras, y él te daría agua viva” (Juan 4:10).
Daría un don de agua viva. Estaba hablando metafóricamente. Si Jesús me hubiera dicho eso, probablemente no lo hubiera entendido. Parece que la mujer tampoco lo entendió de inmediato. Por lo tanto, Jesús aclaró de qué estaba hablando:
“Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna” (Juan 4:13-14).
Estaba ofreciéndole el regalo de la vida eterna.
Nota la promesa implícita de que la vida eterna es algo permanente. Si lo tuviera, “no tendr[í]a sed jamás.” Un trago es todo lo que se requería. Si no fuera permanente, podría volver a tener sed. Pero Jesús dijo que eso nunca pasaría.
La mujer samaritana eventualmente se dio cuenta de que Él podría ser el Cristo, el Mesías. Jesús lo admitió:
“Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo” (Juan 4:25-26).
Al oír eso, la mujer dejó caer su olla de agua y corrió a su pueblo para contárselo a todos. ¿Dieron los samaritanos alguna indicación de que entendieron que la definición del Mesías incluía la capacidad de dar la salvación? La respuesta es sí:
“Y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente este es el Salvador del mundo, el cristo” (Juan 4:42).
Entonces los samaritanos entendieron que Cristo vino a traer la salvación. De hecho, dada su conversación con la mujer, podemos asumir con seguridad que Jesús también les habló de la salvación eterna.
Aunque Juan nos da solo un resumen del poderoso ministerio de Jesús en Samaria, la evidencia es muy clara—su concepto del Mesías (o el Cristo) no era un concepto vacío. No creyeron en Jesús sin también creer en Él para la salvación. Al contrario, sabían que el Mesías es el Salvador del mundo. Cuando ellos creyeron, era precisamente eso lo que esperaban de Él: dar vida eterna a los creyentes.
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Shawn Lazar es el Editor de la revista Gracia en el Enfoque, y es el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia (Grace Evangelical Society). Él y su esposa Abby tienen tres niños. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de la McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la elección divina es al servicio, no a la salvación eterna].