¿Por qué deberías creer que Jesús puede darte la vida eterna? ¿Quién tiene ese tipo de poder y autoridad?
En su ensayo, “¿Qué debemos hacer con Jesucristo?” C.S. Lewis señaló algunas de las cosas curiosas que dijo Jesús y que hicieron a la gente preguntarse acerca de Su verdadera identidad. Por ejemplo, Lewis parafrasea lo que dijo Jesús en Marcos 14:69-63:
Por supuesto, existe el único momento que condujo a Su ejecución. El momento en el que el Sumo Sacerdote le dijo, “¿Quién eres?” “Yo soy el Ungido, Hijo del Dios increado, y me verán aparecer al final de toda la historia como el juez del universo.”
¿Qué tipo de ser humano puede hacer ese tipo de afirmación? ¿Quién juzgará a la humanidad al final? ¿Un simple hombre?
Como señala Lewis, eso no fue el único comentario:
Al estudiar Su conversación, encontrarás este tipo de afirmaciones a lo largo de todo Su ministerio. Por ejemplo, iba diciendo a la gente: “Perdono tus pecados”. Ahora es bastante natural que un hombre perdone algo que le haces. Por lo tanto, si alguien me estafa cinco libras, es muy posible y razonable que yo diga, “Bueno, lo perdono, no diremos más al respeto.” ¿Qué diablos dirías si alguien te hubiera estafado cinco libras, y yo dijera, “Está bien, lo perdono”?
Ese tipo de afirmación llevó a los fariseos y a los escribos a preguntar: “¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?” (Lucas 5:21). Jesús siempre insinuaba la respuesta a esta pregunta.
Luego hay una cosa curiosa que parece escaparse casi por accidente. En una ocasión, este hombre está sentado mirando a Jerusalén desde la colina que la domina, y de repente llega un comentario extraordinario—“Sigo enviándoles profetas y sabios.” Nadie comenta al respecto. Y sin embargo, de repente, casi incidentalmente, Él está afirmando ser el poder que a lo largo de los siglos está enviando a sabios y líderes al mundo.
¿Quién envió a los profetas en sus misiones? ¿De quién fue la palabra que entregaron? La de Dios. Pero si Jesús implicó que Él los envió (cf. Lucas 13:34)…Hmm.
Aquí está otra observación curiosa: en casi todas las religiones, hay prácticas desagradables como el ayuno. Este Hombre de repente comenta un día, “Nadie necesita ayunar mientras estoy aquí.” ¿Quién es este hombre que afirma que su mera presencia suspende todas las reglas normales? ¿Quién es la persona que de repente puede informar a la escuela que pueden tener unas vacaciones a medias?
Dado que Dios mismo dio los mandamientos para ayunar, ¿cómo puede Jesús tener la autoridad para suspenderlos? ¿Quién es Él?
A veces, las declaraciones plantean la suposición de que Él, el Orador, está completamente libre de pecado o culpa. Esta siempre es la actitud. “Ustedes, a quienes les hablo, son todos pecadores.” y Él nunca sugiere ni remotamente que este mismo reproche se le pueda traer contra Él.
Jesús estaba sin pecado. Un joven rico una vez llamó a Jesús “bueno,” a lo que respondió Jesús, “¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios” (Marcos 10:18). El joven rico podría completar el silogismo: si ninguno sino Dios es bueno, y Jesús es bueno, entonces eso quería decir que Jesús es…
Dice nuevamente, “Soy el engendrado del Dios único; antes de que Abraham fuera, yo soy ”, y recuerde lo que eran las palabras“ yo soy ”en hebreo. Eran el nombre de Dios que no debía ser hablado por ningún ser humano, el nombre cuya pronunciación traía muerte.
Cuando juntas esas observaciones, y consideras lo que implican, probablemente llegarás a una conclusión asombrosa. ¿Quién puede decir con razón el tipo de cosas que dijo Jesús?
En mi opinión, la única persona que puede decir ese tipo de cosas es Dios o un lunático completo sufriendo de esa forma de engaño que socava toda la mente del hombre.
Ya que nada en la vida de Jesús sugería locura, y todo en su enseñanza moral sugería cordura sana, Lewis llegó a la sorprendente conclusión: ¡Jesús es Dios!
Y porque Jesús es Dios, esa es una muy buena razón por la que puede prometer vida eterna a los creyentes, y cumplir esa promesa.
¿Has creído en Jesús para ese regalo gratuito? ¡Sería una locura no hacerlo!
______________________
Shawn Lazar es el editor de la revista Gracia en el Enfoque, y es el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia (Grace Evangelical Society). Él y su esposa Abby tienen tres niños. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de la McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la elección divina es al servicio, no a la salvación eterna].