Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. (Juan 14:16-17)
Jesús prometió a los discípulos que el Espíritu Santo estaría con ellos “para siempre”.
Yo lo tomo como un verso de seguridad eterna.
¿Cuánto tiempo estará el Espíritu Santo en los discípulos? ¿Un día? ¿Un mes? ¿Un año? ¿Solo mientras sean buenos y fieles?
Jesús dijo: “Para siempre”.
En cada creyente el Espíritu Santo mora desde el momento de la fe. Y el Espíritu Santo permanece allí para siempre.
La relación es permanente.
Pero, ¿qué pasa con la comunión?
Todos tenemos relaciones con los miembros de nuestra familia: nuestra madre, padre, abuelos, hermanos y primos. Esas relaciones son biológicas y objetivas. Pero no indican cómo te llevas con tu familia. ¿Tienes buena comunión? ¿Tienes una buena relación con tu hermano? ¿Eres el mejor amigo de tu hermana? ¿Tienes una relación cercana o distante con tu madre?
Hay una diferencia entre tener una relación objetiva con el Espíritu, y una comunión subjetiva con Él.
El Espíritu Santo mora en los creyentes para siempre, pero puedes “apagar el Espíritu” (1ª Tesalonicenses 5:19); “contristar al Espíritu” (Efesios 4:30), e incluso ignorar al Espíritu viviendo conforme la carne y no conforme al Espíritu (Romanos 8:4-6).
En otras palabras, tu comunión con el Espíritu es condicional. Depende de dónde hayas fijado tu mente: ¿En las cosas carnales o en las espirituales?
Aunque tu relación con el Espíritu es un hecho, no des por sentada tu comunión con el Espíritu.
__________________________
Shawn Lazar es el editor de la revista Gracia en el Enfoque, y es el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia (Grace Evangelical Society). Él y su esposa Abby tienen tres niños. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de la McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la elección divina es al servicio, no a la salvación eterna].