El mismo concepto de obtener recompensas eternas en el futuro reino de Jesús es ajeno a muchos cristianos, pero ciertamente no es ajeno a la Biblia, donde se enseña repetidamente sobre la importancia de las recompensas.
En Mateo 6:20, Jesús instó a sus discípulos, “…haceos tesoros en el cielo.” Y el libro de Hebreos dice que Dios “recompensa a los que lo buscan” (Heb 11:6b NBLA).
Sin embargo, de la misma manera que existe la posibilidad de recibir una recompensa en el reino, también existe la posibilidad de la pérdida y el arrepentimiento por esa pérdida. Jesús advirtió a los creyentes contra la experiencia del “llanto y el crujir de dientes” cuando se les quitarán las recompensas a algunas personas (Mateo 25:28,30). Y Juan advirtió contra experimentar la vergüenza en la venida de Jesús (cf. 1 Juan 2:28).
Pero ¿Cómo puede una persona nacida de nuevo, en un cuerpo perfecto y glorificado, que estará con Jesús para siempre, experimentar tales cosas como el llanto, la vergüenza y el arrepentimiento? Ese escenario no encaja con su entendimiento anterior de una vida futura perfecta.
Tony Evans lo explica así:
“Es precisamente porque serás perfecto podrás sentir el remordimiento,” dice Evans, “porque serás muy sensible a lo que desagrada al Señor.”
Después de todo, piensa en Dios—
“El pecado hace que Dios se sienta infeliz y triste,” explica Evans, “y sin embargo, Él es un ser perfecto que nunca pecó. La perfección de Dios es lo que Le hace tan sensible al pecado.”
Si el pecado hace infeliz al Señor, también hará infelices a los creyentes glorificados. Así que ser perfecto no significa que no te avergonzarás por no haber servido al Señor al máximo.
Evans continua, “En el Tribunal de Cristo, habrá un profundo sentido de remordimiento para la persona que ha sido salva durante cincuenta años y sin embargo no tiene nada valioso para presentarle al Salvador que renunció al cielo para salvarlo” (Tony Evans, Theology You Can Count On [Teología con la que puedes contar], p. 1268).
La vida eterna es un regalo gratuito, pero agradar al Señor no lo es. Hacer eso requiere trabajo como, por ejemplo, acumular activamente los tesoros en el cielo y buscar diligentemente a Dios. No todos los creyentes aprovechan al máximo su vida aquí—pero mientras estés vivo, nunca es demasiado tarde para comenzar.
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Shawn Lazar es el Editor de la revista Gracia en el Enfoque, y es el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia (Grace Evangelical Society). Él y su esposa Abby tienen tres niños. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de la McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la elección divina es al servicio, no a la salvación eterna].