Recientemente, alguien me preguntó , “Estoy un poco confundido sobre la relación entre fe y obras según el entendimiento de la Gracia Gratuita. Mi propio entendimiento es que fe naturalmente está acompañada por una acción correspondiente. No es que la acción comprueba ni añade algo a la salvación, sino que una confianza en Jesús, engendrada por la Gracia, no podría fallar en acompañarse por alguna actividad correspondiente que emerge de un corazón confiado. Entonces, ¿no es así que fe necesariamente produce buenas obras? Y si no, ¿por qué?”
La respuesta es bastante sencilla: entre fe y obras, hay una cosita llamada la voluntad.
LA CONEXIÓN
Sólo porque usted cree que algo sea verdad, no necesariamente significa que escogerá actuar conforme a esa verdad. En ese caso, su fallo de actuar no es un fallo de fe, sino de la voluntad.
Considere, por ejemplo, Santiago 2. Imagínese un escenario donde un hermano o hermana en Cristo tiene hambre, necesita un trabajo, o necesita un lugar para quedarse. Usted cree varias cosas acerca de su situación–p.ej., que Dios le ha mandado que usted ame a sus prójimos, que sus prójimos necesitan ayuda, y que estaría bien ayudarles. Inclusousted puede creer que Dios le recompensará por ayudarles.
No obstante, a pesar de estas creencias, usted escoge ignorar al hermano necesitado y gastar su dinero comiendo en un restaurante.
¿Por qué su fe no produjo obras? No fue un fallo de fe, sino de escoger. Usted no lo hizo porque escogió no actuar segúnesas creencias.
Fe y obras son conectados. Pero son conectados por la voluntad.
Por supuesto, usted debe escoger actuar conforme a su fe y aplicar la doctrina bíblica a su vida. Usted debe escoger vivir coherentemente con sus creencias. Tiene que hacer tales cosas como amar a su prójimo. Pero eso es un imperativo moral, no una necesidad causal. En otras palabras, es una elección que usted debe hacer. Como Josué desafió a las israelitas, “escogeos hoy a quién sirváis” (Jo 24:15).
Shawn Lazar es Editor de la revista Grace In Focus (Su Gracia Gratuita), y Director de Publicaciones de Grace Evangelical Society (Sociedad Evangélica Gracia). Shawn y su esposa Abby tienen tres niños salvajes. Es pastor ordenado en la iglesia Bautista. Ha estudiado el Grado en Teología de McGill University en Canada, y la Maestría de Free University en Amsterdam. Autor de dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation (Más allá de la duda: cómo asegurarse de su salvación), y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life (Escogido para servir: por qué la elección divina es para servicio, y no para vida eterna).