Los niños prosperan más cuando viven en un hogar estable y lleno de amor. Asimismo, los creyentes florecen cuando saben que su relación con Dios es estable y cariñosa. Saber que tenemos vida eterna por medio de la fe en Cristo, y que jamás pereceremos (es decir, “una vez salvo, siempre salvo”), es lo que nos motiva a crecer como cristianos. Como escribió una vez Miles Stanford:
Descansar en nuestra posición eterna nos libera del autoesfuerzo inútil y pecaminoso de intentar hacer de nuestra condición la base de nuestra seguridad. Permanecer en nuestra seguridad eterna en Cristo nos brinda la firmeza de la fe necesaria para que el Espíritu Santo lleve a cabo su ministerio en el interior—el de tratar con el ego en la crucifixión, y, por lo tanto, hacer que “[crezcamos] en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Ped 3:18) (Stanford, The Complete Green Letters [Las letras verdes completas], p. 98).
Pero muchas personas rechazan la seguridad eterna, llamándola herejía, diabólica o un falso evangelio. La resisten de todo corazón. ¿Por qué?
A menudo las personas se oponen a ello porque sienten que crea una licencia para pecar, y que tienta a los cristianos a descarriarse. Por eso, debemos enseñar que se puede perder la salvación para alentar a las personas a crecer. (No sé cómo lo ves tú, ¡pero amenazar a mi esposa con el divorcio o a mis hijos con el abandono no alienta mucho su amor!)
Stanford cree que hay una razón espiritual para esta oposición:
La explicación espiritual para la oposición a la verdadera seguridad eterna no es la afirmación de que produce anarquía. Es más bien que los que se oponen no ejercen fe en la Palabra, lo cual les permitiría ver y aceptar su posición en el Señor resucitado y tener certeza, aceptación y seguridad. Están centrados en la condición, y, por lo tanto, son egocéntricos y no espirituales. (Stanford, The Complete Green Letters (Las letras verdes completas), p. 99).
En esa cita, Stanford sugiere dos razones por las que las personas rechazan la seguridad eterna.
Primero, las personas la rechazan porque no ejercen “fe en la Palabra.” Por ejemplo, cuando Jesús promete que el creyente tiene vida eterna y que nunca perecerá, nunca tendrá sed ni hambre, y agrega que nunca será echado fuera, arrebatado, juzgado, y que nunca morirá (véase aquí ) ¡deberías/debemos creerle! Pero esas personas no lo hacen.
Estoy de acuerdo. Hasta un punto. Para ser un poco más caritativo que Stanford, diría que muchas personas no ejercen fe en lo que dice la Palabra de Dios acerca de la seguridad eterna porque no han escuchado las enseñanzas del Nuevo Testamento al respeto, o podrían haberlas escuchado mal y ahora se las confunden con otra cosa (por ejemplo, la predestinación calvinista). No puedes estar persuadido acerca de una verdad que no conoces ni entiendes. Es por eso que los lectores de este blog tienen la tarea fundamental de alcanzar a sus amigos, familiares y compañeros de trabajo con la promesa de la vida. Explícala. Da la oportunidad de creerla/resistirla.
En segundo lugar, las personas que rechazan la seguridad eterna “están centrados en la condición, y, por lo tanto, son egocéntricos y no espirituales.” No creo que nadie admitiera eso. Pero la afirmación de Stanford tiene sentido para mí. Si la salvación depende de tu desempeño en lugar de su promesa, naturalmente estarás enfocado en ti mismo (es decir, serás egocéntrico). Procurarás saber si estás cumpliendo con cualquier condición que creas que debe cumplirse para ser salvo. Incluso en momentos de duda, cuando uno entra en pánico sobre su condición espiritual y le pide a Cristo misericordia, lo que a menudo implica que espera que Jesús le dé una calificación aprobatoria a sus débiles intentos de salvar a sí mismo siendo “bueno”.
Cuantas más personas conozco que esperan que Jesús les brinda la salvación basado en su fidelidad, lealtad, compromiso y bondad, más me encuentro dependiendo por completo de la fidelidad, lealtad, compromiso y bondad de Jesús a todo aquel que quien cree. Le doy gracias a Jesús por el hecho de que nacer de nuevo en su familia por medio de la fe (Juan 1:12; 3:16) significa ser parte de un hogar cariñoso, estable y para siempre.
_____________________
Shawn Lazar es el editor de la revista Gracia en el Enfoque, y es el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia (Grace Evangelical Society). Él y su esposa Abby tienen tres niños. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de la McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la elección divina es al servicio, no a la salvación eterna].