¿Creen los arminianos en el mensaje de salvación?
Alguien hizo esta pregunta a la luz de su negación de la doctrina de la seguridad eterna. En realidad, ¡algunos arminianos incluso dicen que la seguridad eterna es claramente nociva (ver aquí)!
¿Cuál es el mensaje de salvación? Es la promesa de la vida eterna de Jesús.
Y esta es la promesa que Él nos ha hecho: la vida eterna (1ª Juan 2:25).
Puedes pensar en esa promesa en términos de una condición y una consecuencia.
- La condición es un solo acto de creer que la promesa de la vida es verdadera.
- La consecuencia es la vida eterna como una posesión presente que no se puede perder.
Se necesitan tanto A como B para tener la promesa de la vida. Si se niega cualquiera de ellas, se niega la promesa.
Dicho esto, ¿creen los arminianos el mensaje de salvación si rechazan la seguridad eterna?
No.
Los arminianos explícitamente niegan B. Ellos enseñan que puedes perder tu vida eterna. También suelen negar que la vida eterna es una posesión presente. En cambio, creen que es una meta futura que puedes alcanzar o perder (es decir, la “salvación final”). Por lo tanto, los arminianos no creen en la consecuencia de la promesa de vida.
Los arminianos también niegan implícitamente A. ¿Cómo? Al negar la seguridad eterna. Ellos dicen que tú puedes perder tu vida eterna por pecar, por no hacer el bien, o por no perseverar en la fe. En otras palabras, dado que niegan la seguridad eterna, los arminianos dicen que no es suficiente con simplemente creer. Necesitas hacer otras cosas para nacer de nuevo o para permanecer nacido de nuevo. Por lo tanto, ellos niegan la condición de la promesa de vida.
Al negar tanto A como B, para mí es claro que el arminianismo, como escuela teológica, niega el mensaje de la salvación. Aunque pueden creer muchas cosas verdaderas sobre Jesús, no creen en su promesa de vida eterna.
Esto plantea una cuestión relacionada: ¿es la seguridad eterna esencial para el mensaje de salvación? Yo creo que sí. Eso es lo que sostiene la Sociedad Evangélica de la Gracia. También lo hacen muchos bautistas del sur. Pero no todos están de acuerdo, incluso entre la gente de la Gracia Gratuita.
Algunos dicen que la seguridad eterna es un beneficio que los creyentes obtienen sin tener que conocerla o creer en ella. Señalan que hay casi cuarenta beneficios posicionales que los creyentes obtienen en el momento de la fe (por ejemplo, ser una nueva creación, conocido de antemano, calificado para la herencia, adoptado, nombrado sacerdote, etc.). No necesitas entender o creer todos esos beneficios para ser salvo, incluyendo el beneficio de la seguridad eterna.
No estoy de acuerdo. La seguridad eterna es diferente. No es solo un beneficio secundario sino parte del mensaje de salvación en sí, como demostré arriba. Es esencial tanto la condición como la consecuencia de lo que Jesús prometió.
Puedes ser ignorante acerca del sacerdocio de todos los creyentes y aún creer en la promesa.
Puedes estar confundido acerca de tu vida en la nueva tierra, y sin embargo saber que Jesús te da la vida eterna a través de la fe.
Puedes no tener idea de tu don espiritual y saber que la salvación es sólo por la fe, sólo en Cristo.
¿Pero puedes negar la seguridad eterna y aún así creer en la promesa?
No, no puedes, por todas las razones que mencioné anteriormente. La seguridad eterna es fundamental para el mensaje de salvación. Es esencial tanto la condición como la consecuencia de la promesa de vida. Si la niegas, niegas la salvación que Dios ofrece.
Si algún arminiano lee esto, oro para que lea lo que Jesús prometió sobre la vida eterna y crea lo que dijo.
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Shawn Lazar es el editor de la revista Gracia en el Enfoque, y es el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia (Grace Evangelical Society). Él y su esposa Abby tienen tres niños. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de la McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la