Judas fue uno de los peores pecadores del mundo. Cometió la peor traición del mundo: tomó parte en la organización del asesinato de Jesús. Si quieres saber cómo trata Dios a los pecadores, mira a Judas. Lo vemos en los versículos de Juan 13:1-30.
- Dios ama a los pecadores. “Los amó hasta el fin” (v 1). Incluso a Judas. Dios ama al mundo (Juan 3:16). No hay excepciones.
- Dios demuestra su amor a través del servicio. Jesús “lavó los pies de los discípulos” (v 5). Fue un acto de humildad y de servicio sacrificial. Dios demuestra su amor a los pecadores, incluso a Judas. La cruz es la mayor demostración de ese amor sacrificial.
- Dios advierte en privado a los pecadores. Dios no quiere avergonzarnos. No quiere atraparnos. Quiere ganar tu corazón. Cuando pecas, Dios empieza por advertirte en privado. Eso es lo que hizo con Judas. Jesús advirtió a los discípulos: “No estáis limpios todos” (vv 10, 11) y “El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar” (v 18). Los discípulos no sabían de qué hablaba Jesús (v. 22). Pero seguro que Judas lo sabía. Cuando peques, Dios te enviará una advertencia en privado. Quizá la conciencia te acuse. Tal vez un versículo de la Escritura te convenza de tu culpa. Pero sabrás que debes parar.
- Dios advierte públicamente a los pecadores. Judas no se arrepintió ante la advertencia en privado. Así que Jesús hizo una pública. Pero fue sutil. Solo Judas y Juan lo sabían. Juan le preguntó a Jesús quién lo traicionaría. Jesús dijo: “A quien yo diere el pan mojado, aquél es”. Le dio el pan a Judas (vv. 24-26). En ese momento, Judas sabía que Jesús conocía lo que planeaba hacer. Podría haber cambiado de opinión. Podía haber rebatido el pensamiento de traición que estaba plantado en su corazón. Pero no lo hizo.
- Dios entrega al pecador a sus deseos. Judas siguió sin arrepentirse. Rechazó el amor de Dios. Rechazó el servicio de Dios. Ignoró la advertencia en privado. Ignoró la advertencia pública. En cambio, persistió en rebelarse contra Dios. Su mente estaba fijada. Entonces, ¿qué hizo Dios? ¿Envió fuego y azufre? ¿Detuvo a Judas en su camino? No. Dios castigó a Judas entregándolo a su pecado. Lo dejó ir. Jesús le dijo: “Lo que vas a hacer, hazlo más pronto” (v 27). Y Judas se fue. Y Judas cosechó las amargas consecuencias de su traición. Llega un momento en tu vida en el que Dios deja de luchar contra tu rebeldía. Deja de intentar atraerte hacia Él. Llega un momento en que Dios te entrega a tu pecado (ver Romanos 1).
No repudies el amor de Dios ni las advertencias hechas con amor. Cuando la conciencia te acusa, recapacita y retorna a Dios.
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Shawn Lazar es el editor de la revista Gracia en el Enfoque, y es el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia (Grace Evangelical Society). Él y su esposa Abby tienen tres niños. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de la McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la elección divina es al servicio, no a la salvación eterna].