Se requiere cierto tipo de temperamento para ser biblista.
No todos pueden manejarlo.
Es mucho más fácil seguir lo que es tradicional o común o lo que sea que cree la mayoría de personas.
Pero el biblista—o cualquier persona interesada en la verdad de cualquier tema—sabe que a veces tendrá que ir en contra de la mayoría para hallar la verdad.
Me gusta esta cita por Skeeter Wilson, describiendo su camino hacia lo que él percibe como una visión más veraz de la iglesia:
Gradualmente me di cuenta de que estaba en juego una lucha entre la larga historia de tradición que define el cristianismo moderno y un regreso radical a una fe que descansa solo en Cristo.
Mucho antes de que nos conociéramos, Juan y yo, a nuestra manera, estábamos luchando con un montón de presuposiciones y bagaje teológico que se han puesto prácticamente sinónimos con las expresiones modernas del cristianismo.
No pretendo hablar en nombre de Juan sobre esto, pero parece que a lo largo de mi camino con Cristo, cuando descubría y desechaba cierto elemento de bagaje histórico, surgían una docena más que clamaban ser abordados. Ciertamente, la batalla para recuperar la centralidad de la Persona y obra de Cristo sólo, ha sido tanto una lucha interna con mis propias preconcepciones como lo ha sido con esas fuerzas externas que no quieren renunciar a sus “caminos” (Skeeter Wilson, “Foreword” [“Prólogo”], p. 9).
La descripción de Wilson de su lucha con la tradición fácilmente podría aplicarse a la lucha del movimiento de la Gracia Gratuita en defender la idea de que la salvación es simplemente por la fe en Cristo, aparte de las obras, y nunca puede perderse. He peleado esta batalla. Tú también probablemente lo hayas hecho. Hay montones de costumbres, presuposiciones, y bagaje histórico que han oscurecido la sencilla promesa de vida eterna de Jesús. Puede ser intimidante concluir que algunos de los teólogos más famosos se han equivocado en cuanto a la salvación. Sin embargo, sucede todo el tiempo.
Si alguna vez tienes momentos de duda sobre creer en la gracia, recuerda esto—la verdad corresponde a la realidad, no la tradición. Pregúntate a ti mismo, “¿Es esto lo que enseña la Palabra de Dios?” Esa es/debe ser la pregunta principal, porque la Palabra de Dios, no la opinión del hombre, es la respuesta principal y la prueba de fuego de la verdad teológica. Como oró Jesús,
“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Juan 17:17).
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Shawn Lazar es el Editor de la revista Gracia en el Enfoque, y es el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia (Grace Evangelical Society). Él y su esposa Abby tienen tres niños. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de la McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la elección divina es al servicio, no a la salvación eterna].