El Reino Milenario comenzará después de la Tribulación. ¿Cómo será la vida entonces? Se podría decir mucho sobre eso. Para comenzar, aquí están quince características de la vida en el Milenio, basado en tres pasajes del profeta Isaías.
Isaías 2:2-4
Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados (v 2a).
La primera consiste en que en el Milenio, habrá collados y montes. Estamos hablando sobre una tierra física, no un cielo inmaterial de nubes y espíritus.
La segunda – en que habrá un Templo, “la casa de Jehová.” Estará donde siempre ha estado, en el Monte del Templo, en Jerusalén. El primer y segundo templo fueron destrozados. Un templo futuro templo existirá durante la Tribulación. También habrá uno durante el Milenio.
Y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob (vv 2b-3a).
En cuanto a la tercera característica, habrá naciones. Los sobrevivientes de la Tribulación entrarán en el Milenio en cuerpos naturales y tendrán niños y nietos. Ellos serán las naciones. Cristianos fieles de la Era de la Iglesia gobernaran en varias posiciones sobre estas naciones.
Cuarta característica, habrá adoración. Las naciones irán al Templo para adorar a Dios.
y nos enseñara sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová (v 3b).
Quinta, habrá enseñanza y aprendizaje. Tendrás cosas para aprender, no solo sobre Dios, sino sobre todo.
Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos (v 4a).
Sexta, habrá juicio y reprensión. Eso quiere decir que habrá pecado. Los descendientes de los sobrevivientes de la Tribulación necesitarán ser evangelizados y discipulados. Tendrán una naturaleza caída, y serán capaces de pecar. De ahí la necesidad de juicio y reprensión.
y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación, ni se adiestrarán más para la guerra (v 4b).
Séptima, habrá paz política. Mientras que la tierra durante la Tribulación será devastada por la guerra, en el Milenio habrá paz. Sin embargo, las naciones tendrán que aprender la paz.
Isaías 11:6-9
Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.
La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja.
Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora.
No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar (vv 6-9).
Octava, habrá animales. Dios ama a los animales. Él los creó antes de crear a las personas. Parece que su naturaleza cambiará.
Novena, habrá niños y la crianza de los niños. Estos serán los hijos de los sobrevivientes de la Tribulación.
Décima, todas las criaturas estarán llenas del conocimiento del Señor. La verdad bíblica no será difícil de encontrar. La tierra estará llena de ella (véase #4).
Isaías 65:20-23
No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito (v 20).
Undécima, habrá envejecimiento y muerte. Los creyentes resucitados no envejecerán, pero los sobrevivientes de la Tribulación y sus descendientes sí. Sin embargo, la esperanza de vida será más larga de lo que es ahora.
Duodécima, habrá pecadores. Los sobrevivientes de la Tribulación y sus hijos tendrán cuerpos no glorificados y pecarán. Esas son las personas a las que Jesús—y nosotros—juzgaremos y reprenderemos.
Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán de la obra de sus manos. No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos (vv 21-23).
Decimotercera, habrá construcción. Dios ama la arquitectura. Dios construye jardines, tabernáculos y templos, y nos compara a los cristianos con una casa espiritual que Él está construyendo. Las naciones necesitarán lugares para vivir, y los construirán.
Decimocuarta, habrá agricultura. Las personas necesitarán comer, por tanto plantarán y cultivarán alimentos.
Decimoquinta, habrá trabajo. La jubilación no será una opción. Dios te creó para servir, gobernar y amar. Y eso requiere trabajo.
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Shawn Lazar es el Editor de la revista Gracia en el Enfoque, y es el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia (Grace Evangelical Society). Él y su esposa Abby tienen tres niños. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de la McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la elección divina es al servicio, no a la salvación eterna].