Incluso los predicadores más talentosos a veces predican un mensaje salvífico que confunde.
Por ejemplo, estoy seguro de que la mayoría de los lectores de este blog están familiarizados con el comentario Thru the Bible [A través de la Biblia] del Dr. J. Vernon McGee. He estado leyendo sus comentarios sobre el Evangelio de Lucas y me pareció confuso lo que escribió sobre Lucas 3:8.
“El mensaje de Juan fue uno de arrepentimiento. Eso no es exactamente nuestro mensaje hoy, aunque el arrepentimiento está incluido en la fe,” explicó McGee. ¿Qué es el arrepentimiento? “No puedes volverse a Dios sin apartarse de algo (Cuando te vuelves a algo, te apartas de otra cosa). Cuando te vuelves a Dios, te apartas del pecado, y eso es arrepentimiento” (McGee, Thru the Bible [A través de la Biblia], p. 258).
Entonces, para McGee, el arrepentimiento parece ser un cambio de comportamiento—en el sentido de volverse del pecado a Dios. No creo que McGee quiere decir que esto sea meramente un cambio mental, sino un cambio en el comportamiento.
Pero también dice “el arrepentimiento está incluido en la fe.” Si el arrepentimiento está incluido en la fe, y el arrepentimiento es un cambio en el comportamiento, ¿McGee está redefiniendo la fe para incluir un cambio del comportamiento?
Sus siguientes comentarios oscurecen aún más las cosas:
El arrepentimiento hace parte de la fe salvadora. El arrepentimiento no es el mensaje de una hora en la radio; predicamos la gracia de Dios, pero si has recibido la gracia de Dios y te has vuelto a Él, vas a tener que apartarte de tus pecados. Si no te apartas de tus pecados, realmente no te has vuelto a Dios. La salvación involucra el arrepentimiento, pero hoy el mensaje de Dios es “…Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo” (McGee, “Luke” [“Lucas”], Thru the Bible [A través de la Biblia], p. 258).
De nuevo, McGee sugiere que el arrepentimiento es un cambio del comportamiento (i.e., volverse de los pecados a Dios). Dice también si no te has apartado de tus pecados, no te has vuelto a Dios. Además, el arrepentimiento “hace parte de la fe salvadora.” Pero si hace parte de la fe salvadora, y la fe es la condición de la vida eterna, ¿no hace eso que cambiar tu comportamiento sea una condición de la salvación? En ese caso, ¿McGee está promoviendo un evangelio con condiciones escondidas? Me parece así. Al menos, en estos comentarios.
Por supuesto, puede ser que McGee sea inconsistente. Todos tenemos inconsistencias en nuestras teologías. Por ejemplo, en otras partes de su serie Thru the Bible [A través de la Biblia], McGee afirma claramente que la salvación es por la fe, aparte de las obras. Por ejemplo, comentando sobre Ro 4:5, dice “La fe es la única condición. Dios acepta la fe en vez de las obras. No hay ningún mérito en la fe, pero es la única forma de recibir lo que Dios ofrece libremente” (Thru the Bible [A través de la Biblia], p. 671). Eso es claro. Somos salvos por medio de la fe, aparte de las obras.
Además, más tarde en la vida, McGee se opuso abiertamente a la Salvación por Señorío. Sin embargo, aparentemente, sus comentarios no siempre reflejan esa teología. Entonces, ¿cuál es el papel correcto del arrepentimiento? Honestamente, todos deberían arrepentirse de sus pecados, apartarse de ellos, y volverse a Dios. El pecado es destructivo y produce muerte, y necesitas arrepentirte para evitar las consecuencias fatales del pecado. Pero eso no es lo que significa creer, ni es una co-condición con la fe para la salvación eterna. El arrepentimiento es una cosa, y creer es otra.
McGee debería haberlo dejado así: “Hoy el mensaje de Dios es “…Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo.”
_______________________
Shawn Lazar es el Editor de la revista Gracia en el Enfoque, y es el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia (Grace Evangelical Society). Él y su esposa Abby tienen tres niños. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de la McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la elección divina es al servicio, no a la salvación eterna].