Un lector nos alertó sobre esta cita de John Piper. Aparece en el prólogo de Faith Alone: The doctrine of Justification (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2015).
Como dice Tom Schreiner, el libro “aborda una de las cuestiones fundamentales de nuestra condición humana: ¿cómo puede una persona estar en paz con Dios?”
La extraordinaria respuesta cristiana es: sola fide—solo por la fe. Pero asegúrate de leer esto con mucho cuidado: Dice que solo por la fe se está en paz con Dios, pero que no se llega al cielo solo con ello. Para tener una relación correcta con Dios no hay condiciones adicionales, pero para alcanzar el cielo, sí. De hecho, uno debe estar ya en una relación correcta con Dios solo por la fe para poder cumplir las otras condiciones (p. 11).
Así que estar en una relación correcta con Dios es solo por la fe (es decir, aparte de las obras). Pero alcanzar el cielo es por la fe además de otras condiciones (es decir, las obras).
¿Cómo?
¿Acaso no cree John Piper en la justificación?
Aparentemente no.
Se podría pensar que, si podemos tener una relación correcta con Dios por la fe aparte de las obras, eso significa que podemos alcanzar el cielo por la fe aparte de las obras. Después de todo, ¿no es eso lo que significa estar en una relación correcta con Dios, que pasaremos la eternidad con Él? ¿No somos salvos eternamente por la fe aparte de las obras?
Piper no lo cree así. Según él, necesitas cumplir otras condiciones para alcanzar el cielo. ¿Cuáles son esas condiciones?
La fe que está sola no es la fe en la unión con Cristo. La unión con Cristo hace que Su perfección y Sus poderes sean nuestros a través de la fe. Y en la unión con Cristo, la fe es viva y activa con el poder de Cristo.
Tal fe siempre “trabaja por medio del amor” y produce “la obediencia de la fe”. Y esa obediencia, imperfecta hasta el día de nuestra muerte, no es la “base de la justificación, sino… una prueba necesaria y un fruto de la justificación”. En este sentido, el amor y la obediencia -la justicia inherente- se “exige a los creyentes, pero no para la justificación”, es decir, se exige para ir al cielo, no para entrar en un acuerdo con Dios (Ibíd.).
Si quieres llegar al cielo hay que obedecer. No estás realmente justificado y no alcanzarás el cielo, a menos que vivas una vida de obediencia hasta el día de tu muerte.
Incuestionablemente, Piper cree en la salvación por obras.
Me gustaría contrastar la posición de Piper con la posición de la Gracia Gratuita usando la analogía de una membresía de un gimnasio.
Piper dice: “Ser miembro del gimnasio es absolutamente gratis. Pero si realmente eres miembro, inevitablemente pagarás 50 dólares al mes. Y si no pagas 50 dólares al mes, entonces no eres realmente un miembro. Pero no me malinterpretes, ¡el gimnasio es gratis! ¡No cuesta nada hacerse miembro! Entonces, ¿cómo vas a pagar, Visa o Mastercard?”
Según el evangelio de Piper, hay que pagar para unirse al gimnasio “gratis”.
Por el contrario, y aún usando la analogía del gimnasio, la posición de la Gracia Gratuita es simple: “Convertirse en miembro del gimnasio es absolutamente gratis, punto. Ahorra tu dinero para ayudar a tus prójimos”.
Somos salvos por la fe en Jesús, aparte de las obras.
Cuando los reformados y calvinistas como John Piper y Thomas Schreiner afirman creer en la justificación por la fe aparte de las obras, no les creas. No lo dicen en serio. En el mejor de los casos, están muy confundidos al respecto.
La salvación por “la fe más las obras” y la salvación por “la fe que obra” hacen de las obras una condición para la salvación.
En cambio, escucha lo que dijo Jesús,
“De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna” (Juan 6:47).
¿Piper, Schreiner y los nuevos calvinistas creen realmente en lo que Jesús promete? La extraordinaria respuesta cristiana es que no.
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Shawn Lazar es el editor de la revista Gracia en el Enfoque, y el Director de Publicaciones para la Sociedad Evangélica de la Gracia (Grace Evangelical Society). Él y su esposa Abby tienen tres niños salvajes. Es pastor bautista ordenado. Tiene el Bachillerato en Teología de McGill University y Maestría de la Free University of Amsterdam. Ha escrito dos libros: Beyond Doubt: How to Be Sure of Your Salvation [Más allá de la duda: cómo estar seguro de su salvación] y Chosen to Serve: Why Divine Election Is to Service, Not to Eternal Life [Elegido para servir: por qué la elección divina.