En Estados Unidos tenemos una frase que se usa mucho, sobre todo en el Sur. Es común oír a un sureño decir: ‘Bless your heart [Bendice tu corazón]’. A primera vista, la frase parece bastante sencilla. Si se toma al pie de la letra, significa que la persona desea bendecirte. Sin embargo, la frase tiene más de un significado.
Por ejemplo, si alguien está enfermo, un amigo puede decir ‘Bless your heart’ para expresar su preocupación. Es como decir: “Siento mucho lo que estás pasando”. En otras palabras, denota empatía. Además, puede ser una forma de expresar gratitud. Cuando le haces un regalo a un sureño, en vez de un “gracias”, podrías recibir un cariñoso ‘Bless your heart’.
La frase también se utiliza para expresar vergüenza ajena. Por ejemplo, si alguien tropieza y se cae, o se le cae comida en la camisa, otra persona podría sentir vergüenza ajena. En este caso, podría decir “Bless your heart” para expresar su sentimiento de incomodidad.
En cada uno de estos ejemplos, la frase se utiliza de forma generalmente positiva o benigna. Sin embargo, también puede utilizarse como insulto. Si un sureño piensa que estás haciendo algo imprudente o irritante, puede lanzarte un sarcástico ‘Bless your heart’ como manera de decir que no lo aprueba. También se utiliza en las discusiones. Si se utiliza en una pelea, ‘Bless your heart’ podría significar algo más parecido a una palabra malsonante que a una bendición.
Si no eres del Sur, esto puede parecer un poco extraño, y puede llevar tiempo entender los matices de la frase. Sin embargo, la clave para entenderla es sencilla. Siempre puedes entender el significado teniendo en cuenta el contexto de la conversación.
¿Se ha hecho un regalo? Entonces es gratitud.
¿Fue en medio de una discusión? Entonces es un insulto.
¿Estaba alguien enfermo? Entonces es empatía.
El mismo principio se aplica a las Escrituras. Hay una amplia gama de significados para las palabras y frases en las Escrituras. Esto tiene sentido si tenemos en cuenta la gran variedad de escritores, culturas, lugares, temas y lectores. A pesar de estos muchos problemas, determinar el significado de una palabra o frase se hace fácil cuando se considera el contexto. El contexto del pasaje ayuda a determinar el significado. Me recordaron este principio en una conversación reciente sobre la palabra fuego.
Cuando se trata de las Escrituras, la palabra fuego a menudo se asume que significa el lago de fuego, el destino final de aquellos que nunca recibieron la vida eterna solo por la fe en Jesús. Aprendemos sobre el lago de fuego en Apocalipsis 20. El contexto del pasaje nos dice que este es el juicio final de aquellos que no se encuentran en el Libro de la Vida (v 15). Estas personas han muerto (vv 12-13) y son llevadas ante el Señor en el juicio del Gran Trono Blanco. Puesto que nunca han creído en Jesús para el don de la vida eterna, en última instancia son arrojados al lago de fuego.
En este pasaje, el contexto muestra claramente que el fuego está reservado para los incrédulos. Sin embargo, esa no es la única forma en que se utiliza la palabra fuego en la Biblia. Por ejemplo, en Juan 21:9, cuando el Señor prepara el desayuno para los discípulos, se nos dice que cocinó la comida sobre un “fuego de brasas”. El contexto nos dice que se trata de un fuego literal con el que el Señor cocinó su pescado.
Otro ejemplo de un uso diferente de la palabra fuego se encuentra en 1 Pe 1:6-7. En este pasaje, el apóstol Pedro se dirige a los creyentes (vv 1-2) que están “afligidos por diversas pruebas (v 6)”. Se trata de un contexto distinto al de Apocalipsis 20, que se refiere al destino de los incrédulos en el futuro. En 1 Pedro, los destinatarios son los creyentes que afrontan tribulaciones aquí y ahora. Pedro no habla de un juicio futuro, sino de las luchas actuales de los lectores. Pedro continúa diciendo que estas pruebas tienen una función purificadora en sus vidas. Como el fuego que prueba el oro y lo fortalece, así las pruebas perfeccionan y maduran la fe del creyente. En este contexto, el fuego se refiere a las pruebas que afrontamos los creyentes, que nos hacen madurar y nos ayudan a crecer. La meta de este fuego es producir una fe madura que pueda ser encontrada para alabar, honrar y glorificar al Señor. En otras palabras, este fuego es para el bien del creyente.
Otro ejemplo del uso que hace la Biblia de la palabra fuego se encuentra en 1 Cor 3:15. En este pasaje, el apóstol Pablo habla de las obras que los creyentes hacen para el Señor (v. 13). Habla del Día en que esas obras serán probadas para determinar su recompensa (v. 14). El Día se refiere aquí al Tribunal de Cristo, donde los creyentes serán juzgados para determinar su recompensa (2 Co 5:10). Se trata de un contexto diferente al de Apocalipsis 20 y al de 1 Pedro 1. En este contexto, se trata de creyentes. Por lo tanto, el fuego no puede referirse al lago de fuego, como en Apocalipsis 20, ya que los creyentes nunca serán juzgados en el Gran Trono Blanco (Juan 5:24). En contraste con 1 Pe 1:7 —donde Pedro está hablando de pruebas durante esta vida— en 1 Cor 3:13-15 el Apóstol Pablo de está refiriendo a un evento futuro en la vida de los creyentes, en el cual nuestras obras serán probadas por fuego. En 1 Corintios, el fuego se refiere al juicio del Señor sobre nuestras obras para determinar su recompensa.
La Biblia utiliza la palabra fuego de muchas otras maneras. Puede utilizarse para describir la vida de un creyente que no permanece en el Señor (Juan 15:6). En el Antiguo Testamento, la presencia del Señor se representa a menudo como fuego, como la zarza ardiente o la columna de fuego que guiaba a los israelitas. Estos son solo algunos ejemplos.
Sería un error asumir que la palabra fuego siempre se refiere al lago de fuego. Así como la frase ‘bless your heart’ puede tener dos significados completamente diferentes —tanto bendición como maldición— la palabra fuego puede referirse tanto a conceptos positivos como negativos. Cuando recurrimos a las Escrituras para buscar la verdad (Hechos 17:11), recordemos el principio de ‘Bless your heart’ y tengamos siempre en cuenta el contexto.
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Kathryn Wright tiene una maestría en Estudios Cristianos del Seminario Luther Rice. Ella coordina nuestros viajes misioneros a corto plazo, y también enseña ella misma. Adicionalmente, habla y enseña en conferencias de mujeres, conduce estudios bíblicos y contribuye regularmente a nuestro blog y a nuestra revista. Kathryn y su esposo Dewey viven en Columbia, Carolina del Sur.